El papelón del feriado: el Gobierno es un descontrol
Alberto Rodríguez Saá, fanático de los feriados exhibió otra vez la descoordinación interna.
El decreto presidencial del feriado nacional para que “el pueblo argentino pueda festejar y compartir con la Selección masculina de fútbol el título de campeones mundiales…”, dejó en evidencia el descontrol que reina en Terrazas del Portezuelo.
Los antecedentes acreditan que el gobernador es fanático de los feriados y asuetos.
Pero esta vez el presidente Alberto Fernández decidió la medida de carácter nacional a través de un DNU para “favorecer las celebraciones” por el arribo del equipo de Scaloni con la Copa al país.
La disposición presidencial disparó en San Luis decenas de consultas en las redes sociales y en el grupo de WhatApps de prensa institucional.
Mientras se repetían las preguntas y el Gobierno se mantenía en silencio, el rector de la UNSL hizo punta comunicando que la institución no adhería. Al rato la Cámara de Comercio hizo lo suyo: “Honramos nuestra camiseta de la mejor forma que sabemos, trabajando”. Es decir abrirán las puertas hoy.
Al mismo tiempo se iba conociendo como otros gobernadores tomaban distancia del feriado y aclaraban que la actividad en sus provincias será normal. Quienes se habían despegado hasta ese momento en su mayoría fueron mandatarios K.
A las 21:50 el Gobierno de San Luis publicó en la agencia oficial de noticias el texto del DNU sin hacer absolutamente ninguna consideración. Fue una manera decir que la Provincia adhería.
A esa altura los grupos de WhatsApps de funcionarios y de empleados públicos estaban saturados de idas y venidas. Se repetían los avisos con mensajes que quedaban sin efecto cada cinco minutos.
Al rato quedó al descubierto la descoordinación interna que impera en el Poder Ejecutivo.
A las 23:26 en una segunda publicación en el mismo medio, el Gobierno daba cuenta que había reculado sin dejar de exponer las contradicciones: el funcionamiento en la administración pública será normal. Por otro lado, el ministerio de Educación bajaba la orden a las escuelas para que reprogramen las mesas de exámenes de hoy.
Cuando se advirtió ya tarde que muchos sectores no estaban de acuerdo con parar para una celebración que será en el Obelisco, dio marcha atrás.
Un tema que se resolvía con un llamado del gobernador a un funcionario provocó una confusión total.
Fue una falta de respeto a la sociedad en general y a quienes trabajan en el Estado (empleados públicos) en particular.
Miles de ciudadanos se fueron a descansar anoche sin saber qué hacer hoy.
El Gobierno no está atento a la realidad y lo que es más grave, con esta forma de actuar dio otra señal de que, no le importa y no tiene sensibilidad con la sociedad.