Es beneficiaria del Plan y necesita ayuda para arreglar el techo que se derrumbó cuando dormía
En Acción Social no le dan respuestas. La construcción es muy precaria y corre el riesgo de derrumbarse.
Este miércoles Gabriela seguía con la misma preocupación. Ya fueron a su casa algunos empleados de la gestión de Maximiliano Frontera, pero hasta el momento no le solucionan nada.
La mujer necesita material para apuntalar el techo y dinero para pagarle a los albañiles que podrían hacer el trabajo. Por eso desde la semana pasada está pidiendo la colaboración de las autoridades pero la tienen “a las vueltas”. Le dijeron que debía desalojar la propiedad porque puede derrumbarse en otros sectores. Desocupó la pieza y llevó los muebles a la casa de su madre.
Tiene 47 años y trabaja como ordenanza en la Escuela Remedios Escalada, en el centro de Villa Mercedes. Y para poder llegar a fin de mes hace trabajos de limpieza y planchado cuando la llaman.
Habita, junto a sus dos hijos, una construcción antigua, que tiene el desgaste y las grietas del tiempo. También la humedad. “Toda mi vida vivía acá, y esta casa es de mi abuelo que falleció cuando yo nací, así que tiene muchos años”, contó en diálogo con El Chorrillero. Su casita está ubicada sobre Tallaferro 21, en el Barrio San José.
“Ya pasó una semana y media casi, y no he recibido ninguna ayuda. Solo vinieron de la Municipalidad, y me dijeron que iban a volver y los estoy esperando”, contó. Mientras llegue alguna solución lleva el colchón al pequeño comedor cocina que tiene y ahí duerme.
El sábado de la semana pasada por “esas cosas del destino” decidió dormir en la cama de al lado y no en la suya que quedó aplastada por los escombros. “Le agradezco a Dios, porque a la cama la partió en tres pedazos, y no me sirve más. Espero que me puedan ayudar, con lo que sea, me pueden encontrar acá”, dijo al final.