18 meses después de la desaparición de Guadalupe, Rodríguez Saá sacó a Anastasi de Seguridad, pero elogió su gestión
Estuvo casi dos años y medio frente al ministerio, que también fue escenario de críticas por la inacción ante la muerte de Florencia Morales. El narcotráfico y la delincuencia que le quitó la vida a Diego Gatica también marcaron su paso por el área.
“Estoy muy agradecido con lo que han hecho”, de esa forma se refirió el gobernador Alberto Rodríguez Saá a las salidas del gabinete de Juan Lavandeira y de Luciano Anastasi. Fue en medio de un aplauso de todos los que estaban en el Salón Blanco de Terrazas del Portezuelo.
La gestión que llevó adelante Anastasi fue protagonista de numerosas críticas y reiterados reclamos para que dejara su cargo. La violencia en las calles, la inseguridad, el avance de la droga y la violencia institucional fueron los principales cuestionamientos a lo largo del año de los dos años y cuatro meses que estuvo en la cartera.
Pero sin dudas el hecho más trascendente fue la desaparición de Guadalupe Lucero el 14 de junio del año pasado. El rapto de la nena de entonces 5 años marcó un antes y un después en su gestión y en todo San Luis. Fue el desencadenante más fuerte de los pedidos de renuncia, principalmente de los familiares de la menor.
Lo hicieron a través de las redes sociales, en manifestaciones y ante las diversas falencias que surgían en la investigación para dar con su paradero. Sin embargo, Rodríguez Saá hizo oídos sordos a los pedidos.
“Exijo que usted sea retirado de su cargo por falta de experiencia en la seguridad de San Luis”, expresó en una ocasión la mamá de la pequeña, Yamila Cialone.
El temor a que el hecho volviera a repetirse hizo que los vecinos también solicitaran un cambio de autoridades en el ministerio de Educación. Tampoco fueron escuchados.
Otro de los sucesos trascendentales en su gobierno fue el brutal asesinato de Alejandro Ochoa en Cortaderas, en marzo de 2021. El hombre fue secuestrado de su casa y apareció sin vida a los días. Actualmente no hay personas detenidas por el episodio.
La violencia institucional fue otro de los cuestionamientos a raíz de muertes dentro de dependencias policiales. Los dos casos más llamativos fueron los de Florencia Morales y Franco Maranguello. Si bien, no estaba al frente del ministerio cuando ocurrieron, era viceministro y tras su asunción no pudo dar respuestas a las familias.
Durante este año, hubo otros episodios que volvieron a poner en escena el funcionamiento de un área muy sensible. Uno de los mas recientes fue la represión que sufrieron jóvenes raperos en la Plaza Pringles. Pero antes hubo denuncias de malos tratos en comisarías y la muerte de un hincha de futbol en un partido de fútbol.
De la misma manera, fueron incontables los hechos delictivos que hubo en este tiempo en San Luis. Asaltos en la vía pública, contra los taxistas, ingresos en las viviendas, sustracción de autos y hasta robo de cables que dejaron sin diferentes servicios a la comunidad.
Una característica común fue la presencia de cada vez más violencia para cometerlos. Y en este sentido, el más grave tuvo como víctima a un efectivo de la Policía, Diego Gatica. En septiembre fue interceptado mientras iba en bicicleta y para quitársela los ladrones le dieron una brutal golpiza. Días después murió.
Pese a que fueron numerosos los planteos y reproches al desempeño de Anastasi, dejó su cargo elogiado por Rodríguez Saá y aplaudido por todo el gabinete. Y seguirá trabajando dentro del Gobierno, aunque no confirmaron en qué lugar.