El padecimiento de los vecinos que hacen filas en la madrugada para conseguir un turno en el Policlínico de Villa Mercedes
Las interminables filas en el hospital de la ciudad no son novedad ¿Las personas deben resignarse a eso? Gente durmiendo en el piso, algunos apoyados en la pared y otros sentados en los escalones cansados de tanto esperar es el escenario que se ve todos los días. El acceso a la salud pública es un derecho, pero no es fácil conseguirlo.
Hay especialidades que tienen mayor demanda y los turnos no alcanzan para cubrirla. También hay “pocos médicos” e inevitablemente muchos pacientes se queden sin atención. Los jueves se entregan turnos para el dentista y la cantidad de personas siempre supera los cupos.
Fuera de la época de vacaciones se sabe que para el dentista se entregan 80 turnos y para otros especialistas alrededor de 30. Actualmente, se dan menos de 10 por día para cada médico, según contaron los pacientes. Las personas que llegan cerca del horario de atención vuelven a su casa con las manos vacías.
Para cada especialista hay un día asignado y un lugar. De lunes a viernes desde la madrugada se hacen largas filas en el hall del Policlínico Regional de Villa Mercedes, y también en los consultorios externos. Llegar lo más temprano posible es la clave para asegurarse la cita con el especialista. Que puede ser para la misma semana o la siguiente.
Mariel llegó a las 5 de la mañana y ya había cinco personas antes. “A veces dan solamente seis turnos porque hay médicos que están de vacaciones, así que no hay más que eso”, le comentó a El Chorrillero.
El sistema “no funciona como corresponde”, aseguran los vecinos. Acceder a la salud pública es cada vez más complicado. La gente pasa más de 5 horas aguardando y muchas veces se queda sin lugar. En época estival, aunque haya menos médicos (porque están de vacaciones) la demanda de pacientes sigue siendo alta.
“A veces cuando llegás, te encontrás con que no entró nadie pero en la lista ya hay 4 o 5 personas anotadas”, dijo Eduardo, quien esperaba desde las 5 de la mañana. “¿Qué les cuesta venir y dar un numerito para cada uno?”, cuestionó.
La espera es afuera del edificio, solo dejan ingresar a la gente para pasar al baño. “Antes daban los turnos a las 2 de la tarde, nos agarramos todos los calores. No te dejan entrar. Ni en invierno, ni en verano, llueva o haga frío, nada. No te dejan”, expuso una mujer que va a diario, porque saca turno para otras personas.
“Lo que tendrían que hacer es avisarle a la gente para que no hagan la fila. Que avisen cuando ya no hay más lugar”, opinó.
Lo que pasa es que no advierten esa situación y los pacientes recién se enteran que no hay disponibilidad cuando llegaron a la mesa de entrada, después de haber esperado muchas horas.
Las largas filas en la madrugada llevan a que muchas personas tengan que pagarles a otras para que hagan el trámite que ellos, por diferentes motivos, no pueden hacer. Hacer el encargue sale unos $700.
Nino realiza esta tarea hace 15 años y contó que esto “siempre fue igual” y que “nunca les dieron una solución”.
Inclusive consideró que ahora “es peor, porque antes por lo menos daban turnos todos los días para todas las especialidades”.
“Lo más simple sería que les den números a la gente para que se vayan y vuelvan a la hora de los turnos. Esa sería la solución más simple”, consideró.
Matías también trabaja de “turnero”. Él estuvo en el hospital desde las 22 del miércoles para ser el primero del jueves: “Tenés que venir lo más temprano posible porque se llena”.
La cantidad de turnos que dan por día depende de la cantidad de médicos, que lamentablemente no son los suficientes. “Enero es el mes en la que menos doctores hay, la mayoría están de licencia. Por eso también dan pocos turnos. Pueden dar 8 o 9. Si vos venís a las 8 de la mañana, olvídate, ya no conseguís”, explicó.
“Por falta de trabajo uno viene a hacer la fila por otro. A mí me pagan para sacar turnos, por eso estoy acá”, comentó Fanny, quien se encontraba el martes esperando en la puerta de los consultorios externos desde las 6 de la mañana. Cuando pasadas las 9:30 comenzó la atención, la fila rodeaba el edificio.
Cada persona puede sacar un solo turno por día para un especialista, es decir, que se hacen filas de más de 3 horas (en el caso de Matías, toda la noche) para tratar de conseguir la cita con el doctor.
El año pasado se instauró una alternativa: los turnos online. Con esto se pretendía “facilitar” el acceso a los turnos y así reducir la espera que a diario rodea el Hospital. Además de las dificultades en el sistema informático, la gente no se pudo adecuar al sistema. Lo más común sigue siendo la solicitud presencial.
“No entienden lo de sacar por internet. No funciona. Por eso prefieren pagarle a alguien que te venga a sacar los turnos”, sostuvo Fanny.
Nota: Sonia Schoenaker.