El intendente Frontera tiene amenazados a los obreros que se quemaron: si hablan van a perder el trabajo

Maximiliano Frontera tiene amenazados a los trabajadores que se accidentaron cuando realizaban tareas de bacheo en la ciudad. Todos están advertidos que si hablan van a perder el trabajo. También les hicieron promesas de darles bolsones con comida.

Mientras llama al silencio, el intendente no se hace cargo de una negligencia que puso en riesgo la salud de empleados municipales. Y desde que comenzó el año está de vacaciones.

Este medio intentó dialogar con algunos de los empleados afectados y familiares pero prefirieron “por precaución” no decir nada. Todos son padres de familia y tienen la responsabilidad de garantizar a sus hijos el plato de comida.

El Chorrillero pudo confirmar que les advirtieron de “no hablar con los periodistas”. Les dejaron en claro que se exponen a “perder el trabajo”.

Hasta la noche de este jueves eran tres los que estaban internados. Los químicos del cemento habrían causado diferentes intoxicaciones y quemaduras en el cuerpo. Algunos presentan dificultades para para respirar y en la vista, y otros tienen brazos y piernas ampollados. El cuarto estaba en su domicilio.

No se conocen oficialmente los diagnósticos médicos. Se espera por estas horas la evolución.

El Chorrillero pudo confirmar que uno de ellos pertenece al Plan de Inclusión, otro es monotributista y dos son empleados municipales.

Bajo la presión de que perderán su empleo tampoco pueden decir nada los parientes y amigos que han pasado horas de gran preocupación.

No se sabe por ahora por qué el sindicato que deben responder por estos trabajadores, no se ha pronunciado.

Cuando los empleados trabajaban en General paz y Arenales, la máquina mezcladora se rompió, entonces les dieron la orden de introducirse para sacar el cemento con una pala. El motivo era evitar que el concreto se secara.