Mientras el nuevo ministro está de vacaciones, el campo espera la reglamentación e implementación de la emergencia agropecuaria
Muerte de ganado, venta de animales por la falta de alimento, sin reservas y temor por no poder sembrar este año son los motivos que mantienen en alerta al sector. Tras tres años de sequía advierten que “no saben cómo van a subsistir” y que “el pequeño y mediano productor tiende a desaparecer”.
Con tres años consecutivos de La Niña, un evento climático que provoca escasez de lluvias, el territorio argentino está cada vez más complicado y en medio de una sequía que azota a toda la provincia, los efectos por esta carencia de lluvias acarrean efectos dispares sobre el territorio productivo.
En San Luis los productores aún aguardan la reglamentación de la Ley de Emergencia Agropecuaria mientras el actual ministro de Producción, Marcelo Amitrano se encuentra de vacaciones.
Por este motivo, recién se reunirá con las diferentes entidades rurales el 10 de febrero para iniciar una mesa de trabajo y escuchar el panorama que enfrentan los productores desde hace años.
Desde la Sociedad Rural de San Luis advirtieron que a 47 días desde la adhesión de dicha Ley continúan a la espera de la reglamentación e implementación de la misma.
“Seguimos preocupados por la inacción del Gobierno provincial”, escribieron en un comunicado difundido en redes sociales.
Por su parte, el tesorero de la entidad Juan Carlos Boriosi en declaraciones a El Chorrillero explicó que “la sequía es severa pese a que llovió porque el daño ya está hecho”.
“Por el momento la muerte de animales no se ha producido de forma masiva porque muchos productores decidieron venderlos ante la dificultad de no poder, ni tener con qué alimentarlos”, dijo.
Tuvo en cuenta que en la última feria percibió que “entraban vacas y toros en un estado deplorable, prácticamente piel y hueso” y advirtió que “el animal más flaco tiene un precio bajo”.
En la misma línea, destacó que a esta crítica situación se ha agregado el fenómeno del granizo en la zona del Dique Paso de las Carretas: “En uno de los establecimientos destruyó 700 hectáreas de maíz, realmente un verdadero desastre. Entiendo que los campos de la misma zona están sufriendo las consecuencias”.
Por otra parte, el presidente de la Sociedad Rural de Concarán, Arnaldo Aimale, contó que están “atravesando una sequía muy fea, las reservas que había de maíz no eran buenas y era poco”.
“Lo más grave es que en la zona serrana las vertientes se han secado y esto no se producía desde que tengo uso de razón”, explicó.
Y añadió: “Mucha gente ha perdido la hacienda, las vacas más viejas se les han muerto porque la falta de agua es jodida, muchos decidieron vender el ganado para que la pérdida no sea total”.
El norte provincial no está al margen de este fenómeno que parece no dar respiro a los productores y así lo confirmó el presidente de la Sociedad Rural del Norte con sede en Quines, Hugo Díaz.
“La mayoría de las haciendas quedaron en un 50%, hoy estamos en una disyuntiva si este año vamos a sembrar. Lo cierto es que llovió, pero tarde y no llueve pasto”, expuso Díaz.
Alertó que se están “quedando sin suelo, el campo se va quedando sin semillas y la mortalidad de la haciendo agrava todo”. “Esto lo advertimos el año pasado”, aseveró.
Aseguró que se han producido muchas muertes de animales: “En el límite con La Rioja, con el de San Juan y Villa Dolores, la sequía ha sido espantosa, prácticamente hemos pasado un invierno sin pasto por lo que nos hemos visto obligados a comprar maíz en otro lado”.
Tuvo en cuenta que la única salvedad de estos tiempos es por la algarroba con lo que alimentan al ganado.
En cuanto a la implementación de la Ley de Emergencia Agropecuaria reflexionó que “ya es tarde para todo”: “Esperemos que el nuevo ministro realice las acciones necesarias para ayudar al sector, ya que el anterior (Juan Lavandeira) nunca tuvo acercamiento a las entidades, se lo veníamos diciendo hace rato, pero no ha sido una persona que haya tenido buena aceptación porque jamás nos llamó para una mesa de trabajo”.
Reveló que uno de los puntos que le llevarán a Amitrano son los costos agropecuarios: “Se han ido por las nubes, el pequeño y mediano productor tiende a desaparecer porque los costos son altísimos, las posibilidades de siembra son casi nulas, una realidad bastante dura. La realidad es que estamos subsistiendo como podemos”.