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Inseguridad en Juana Koslay: vecinos del barrio El Bajo denuncian “abandono total” y que la Policía no recibe las denuncias

Se trata de un sector de difícil acceso, cercano a la avenida José Santos Ortiz y que vive asediada por delincuentes todos los días.

En la zona habitan 45 familias humildes.
Actualizada: 19/01/2023 23:10
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El vecindario Pablo Podestá, más conocido como “El Bajo” sufre robos sistemáticamente y los vecinos denunciaron que "están desprotegidos”. “Los hechos de inseguridad están siempre. Si te dormís, te roban; si te fuiste, te roban”, expuso una vecina, quien reside en el lugar desde 2017.

En la zona habitan alrededor 45 familias que trabajan día a día para progresar pero que los sucesos delictivos los acechan y no pueden hacerlo con tranquilidad. Al ser un lugar poco conocido y tapado por muchas malezas, es “tierra ideal para que los malvivientes delinquen”.

Otra mujer manifestó que los ladrones llegan desde barrios cercanos y Dónovan. Lo hacen principalmente en el sector donde comienza la estación de servicio, hasta la Comisaría 5°.

“Son los mismos pibes. Nosotros sabemos que uno de ellos anda por acá y ayer ese mismo pibe le robó la cartera a una señora y a su hija a metros de la comisaría, donde está la biblioteca”, agregó.

Los habitantes plantearon que la Policía tenía un puesto en el puente cercano a la rotonda de ingreso a Juana Koslay, sobre la avenida, y que no accedían a ayudarlos cuando había robos.

“Nos decían que no podían hacer nada, que nos acercáramos a la Comisaría 5° a hacer la denuncia, que no podían actuar en el momento”, enfatizó Yanina.

Hace una semana robaron un contenedor a metros de la propia Policía y cada día hay hurtos o intentos de asaltos: “Anoche quisieron entrar al patio de mi casa y no lo lograron porque tengo cuatro perros bastante ladradores. Entonces, el pibe trató de sacar una bicicleta que está en el patio de la otra vivienda. Esa persona estuvo toda la tarde drogándose en frente de los niños y cuando llega la noche quiere arrebatar cualquier cosa”, expresó Yanina.

Vivir en un escenario de limitaciones

Frente al flagelo de la inseguridad, esta barriada también tiene problemas con las calles de tierras y con la ausencia de luminarias de luz. Piden que sean escuchados porque sienten un total abandono.

“La entrada es de tierra y se forma barro cuando llueve. Entonces, la gente no quiere venir, los que tienen auto no quieren usarlos porque estamos en una parte muy baja. Estamos abandonados por el Estado, no podemos vivir así, nos denigran”, finalizó otra vecina.

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