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“No podemos vivir encerrados”: el testimonio de vecinos de la zona de la UNSL que padecen la inseguridad

Los habitantes de ese sector de la ciudad transmitieron el temor que sufren ante el avance de los hechos delictivos y tomaron la determinación de no salir de sus casas de noche como prevención.

Foto: Archivo
Calle Almirante Brown casi avenida Italia.

por Nestor Miranda

elchorrillero.com

Actualizada: 22/01/2023 22:13

No es algo nuevo que la inseguridad llegó para quedarse. Sin embargo, hay puntos donde la problemática es mayor y uno de esos es la zona de la Universidad Nacional de San Luis.

Los vecinos de ese sector de la capital puntana viven con temor y ante la cantidad de hechos delictivos evitan salir de sus casas cuando llega la noche.

Es que la falta de iluminación sumada a la poca presencia policial propician un escenario favorable para los delincuentes.

“De noche no salgo. Es más, tengo rejas por todos lados, me encierro, no me animo a salir”, aseguró Ana María Rezzano.

La mujer explicó a El Chorrillero que, a su hermano, que tiene un taller metalúrgico sobre calle Chile, le entraron a robar tres veces en los últimos 15 días: en las primeras dos ocasiones los malvivientes se llevaron herramientas y en la última un inodoro.

Otra de las problemáticas es que hay sitios baldíos que, según Rezzano, ayudan a la delincuencia. “Nadie hace nada, estamos a la buena de Dios”, dijo.

Contó que el año pasado mantuvieron una reunión con autoridades policiales a quienes les plantearon la situación. Después de eso, comenzaron a tener un móvil que patrullaba la zona, pero con el tiempo eso dejó de existir.

“Hay lugares sobre Ejército de los Andes que están oscuros y el tramo de calle Chile antes de Almirante Brown es una boca del lobo. Es complicado el panorama”, sostuvo.

Por último, Rezzano comentó que en estos días estuvo de vacaciones y le pidió a uno de sus hijos que le cuidara la casa.

“Está todo muy mal, de noche estoy viendo televisión y escucho gente corriendo, gritando, en otras ocasiones sentí disparos. Incluso, anda gente por los techos”, señaló Victor Franzi.

Sobre los patrullajes, opinó: “Se ve muy poco. En la esquina de España y Chile hay una policía, pero está hasta las 21 o 22 y después nada. Por España pasa un móvil, pero es muy poca la presencia.

“No digo que pongan 10 policías, pero por lo menos que haya uno que recorra la zona. planteó.

Franzi contó que existen sectores donde hay focos quemados y otros en que si bien hay iluminación, la altura de los árboles obstruye el paso de la luz.

“No se puede caminar de noche. Es tierra de nadie. A mí me da apuro ir hasta la esquina muchas veces a comprar. Tengo miedo. No podemos vivir así, encerrados”, expresó.

Y agregó: “Cuando no estoy en mi casa, dejó la televisión encendida y las luces también para que piensen que hay alguien”.

Días atrás, El Chorrillero realizó un relevamiento en la zona. Fue entonces donde se pudo constatar el desamparo que viven los vecinos del sector, donde por las noches la presencia policial es escasa y prácticamente no hay alumbrado público en la mayoría de las arterias.

Muchos de los vecinos formaron grupos de WhatsApp como una alternativa para mantenerse comunicados ante el avance de la inseguridad.

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