“Se le daba un correctivo cuando hacia cagadas”: las indignantes justificaciones de las acusadas de asesinar a Lucio Dupuy
Magdalena Espósito, la madre del chico y su novia Abigail Páez hablaron en el juicio en su contra. El 2 de febrero se conocerá el veredicto.
En las 18 audiencias que transcurrieron del juicio por el brutal crimen de Lucio Dupuy, el chico de cinco años asesinado en La Pampa, se exhibieron una gran cantidad de pruebas y declararon más de un centenar de testigos. Según creen los fiscales acusadores en el proceso, quedó comprobado que la víctima sufrió una serie de torturas durante largos meses y que las responsables de esos castigos, que lo llevaron a la muerte, fueron Magdalena Espósito, la madre de Lucio y su novia Abigail Páez.
Ante el cúmulo de evidencias en su contra, ambas mujeres declararon ante el Tribunal de Santa Rosa, sin responder preguntas. Se los acusa no solo de matarlo en un largo tormento, sino también de abusar sexualmente del chico, con lesiones encontradas en la autopsia tanto históricas como recientes.
En sus alocuciones, no se refirieron en ningún momento a los abusos sexuales. No solo callaron sobre eso. Tampoco hablaron sobre a las mordidas, los golpes y las quemaduras de cigarrillos que también detectó la autopsia.
“La verdad que nunca en mi vida viví una situación así, ni hubiera querido matarlo ni lastimarlo. Simplemente, no sé qué me pasó, me enojé porque él estaba haciendo cagadas, vivía siempre haciendo cagadas como cualquier nene, pero eso no quería decir que fuera malo o que se lo viviera cagando a palos cómo se está diciendo. No eran así las cosas. Él era un nene que tenía una vida normal y feliz”, dijo Abigaíl Páez ante los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora.
Páez habló, en su relato, de “correctivos”: “No me imaginé nunca que esto pudiese llegar a pasar, ni era mi intención tampoco. Sé que hice mal las cosas y que no se justifica una violencia, para nada, de ningún tipo. Y sí, reconozco que se le daba un correctivo cuando él hacía cagadas, pero no era una cosa cómo están queriendo hacerlo ver que lo cagábamos a palos todos los días, que se lo violaba, no es así”
La mujer continuó: “Yo lo amaba y lo extraño mucho y pienso mucho en él y hablo mucho con él”.
Otra vez, sobre los tormentos que reveló la autopsia, Páez no dijo una sola palabra.