La lucha de una madre para poder operar a su hija que sufre escoliosis y tiene que viajar a Buenos Aires
Estuvo cinco meses pidiendo que en San Luis le autoricen las prótesis para poder realizar la cirugía en Buenos Aires, pero no lo hicieron. Ahora el estado de salud de la menor empeoró.
Eunice tiene 14 años y debe ser operada de urgencia de la columna vertebral por una escoliosis de 58 grados, algo que ha sorprendido a los médicos debido a su corta edad. El mismo desplazamiento está impidiendo que la menor respire con normalidad ya que un hueso está rozando uno de los pulmones.
Desde septiembre del año pasado que Claudia Tello iba casi a diario al Policlínico de Villa Mercedes para pedir las prótesis que necesitaba su hija para poder ser operada en el Hospital Garrahan, en la ciudad de Buenos Aires. Y es que para que eso se concretara le pidieron que consiga 26 clavos y 2 barras de cromocobalto, que Tello requirió a través de la salud pública de San Luis. Particularmente no podía hacer frente a los costos.
“El doctor, acá en Villa Mercedes, se lavó las manos y me dijo que no lo iba a llenar”, relató en relación a la documentación que era necesaria cumplimentar. Aseguró que desde Acción Social del Gobierno provincial no recibió “la ayuda que esperaba”.
“No me querían completar las planillas. Un día me atendía una persona, me decía que sí, que me iba a llevar el caso, y al otro día iba y me atendía otra que no sabía nada. Así se iban tirando la pelota entre ellas”, comentó Claudia en diálogo con El Chorrillero. “No me pudieron solucionar nada”, cuestionó.
El 16 de enero era el turno para la operación y viajaron, aunque sin los materiales. Luego de comparar tres espinografías, los profesionales se dieron cuenta que la escoliosis había avanzado y decidieron no perder más tiempo. Ahora le hacen falta 26 clavos en total.
“El médico solicitó los materiales en modo urgente en el Banco de Prótesis de Buenos Aires para tratar de que lleguen rápidamente, porque al estar en crecimiento, los huesos se van desarrollando con más rapidez”, explicó.
Se quedaron una semana allí para poder realizar todos los trámites. Como no tenían el dinero suficiente, Beatriz, la abuela de Eunice, se encargó de hacer una campaña solidaria para cubrir los gastos de traslado y que no les faltara la comida mientras estaban allá. Esta semana regresaron a Villa Mercedes y están a la espera de una nueva fecha de intervención.
Ni bien se comuniquen, tienen que regresar "inmediatamente".
“Si no llego a recibir el llamado del Garrahan, tengo la orden de que en julio debo estar ahí para controlar a la nena y hacerle todos los estudios de vuelta”, sostuvo.
Actualmente la salud de la niña es complicada. “Las costillas se le meten, la dejan dos o tres horas sin caminar y le falta el aire hasta que se le vuelven a acomodar. Nada le calma el dolor porque es algo que está pinchando por dentro”, contó la madre. “Está muy deforme”, añadió.
“Ella me dice que no sabe de dónde saca tanta fuerza para aguantarme todo esto”, expuso la mamá.