“El sospechoso del tiroteo fue neutralizado”, informó la Policía en un comunicado en el que confirmó este nuevo ataque, cerca del barrio palestino de Silwan.
Este tiroteo se da luego de que ayer se produjera otro atentado terrorista en un sinagoga que dejó al menos siete muertos. En las últimas horas, se conoció el arresto de más de 40 personas involucradas en el ataque. El autor del atentado fue abatido por la policía.
Israel en alerta máxima
Ante la escalada de violencia la policía israelí elevó al máximo el alerta de seguridad. “El Comisionado de Policía, el superintendente jefe Yaakov Shabtai, ordenó aumentar la alerta al más alto nivel. Desde esta mañana, los oficiales trabajan turnos de 12 horas”, señalaron a través de un comunicado. Además, le pidieron a la población que informe sobre “cualquier persona u objeto sospechoso”.
La mayoría de los involucrados en el ataque fueron arrestados el viernes por la noche luego de un patrullaje de las fuerzas israelíes por la casa del agresor, habitante de Jerusalén este ocupado. La policía explicó que se buscó “examinar a fondo la conexión entre cada uno de los sospechosos arrestados y el terrorista que llevó a cabo el ataque, así como el alcance de su conocimiento y/o participación”.
Jerusalén volvió a ser el centro de ataques terroristas
El atentado de este viernes a la noche en la sinagoga de Jerusalén fue el más mortífero desde 2011, cuando un grupo armado cruzó a Israel desde la península egipcia del Sinaí y mató a ocho israelíes.
En el lugar del ataque estuvieron presentes el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y su ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir. Sin embargo, no realizaron declaraciones a la prensa.
Oficialmente, se desconoce la identidad del agresor pero la prensa oficial lo identifica como un joven palestino de 21 años, sin antecedentes por delitos de terrorismo.
El agresor llegó en auto hasta la sinagoga, donde disparó y luego intentó darse a la fuga. Tras una persecución y disparos, la policía israelí logró abatirlo y le secuestró el arma.
Al llegar al lugar, los paramédicos del servicio de emergencia israelí Magen David Adom dieron por muertas a cinco personas. Otras cinco fueron trasladadas al hospital pero dos murieron mientras eran atendidas, entre ellas una anciana de 70 años.