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El Estado puntano se haría cargo de la terapia hormonal masculinizante de una de las asesinas de Lucio Dupuy

Tras la condena por el crimen del menor, la pareja del nene ultrajado solicitó un tratamiento con la intención de cambiarse el sexo, informó Infobae.

Abigail Páez, la novia de la madre de Lucio Dupuy.
Actualizada: 05/02/2023 23:15
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El jueves se conoció el veredicto contra las dos acusadas de terminar con la vida de Lucio Dupuy de cinco años. El juicio contó con 18 audiencias que se desarrollaron a puerta cerrada por ser la víctima menor de edad y debatirse un delito contra la integridad sexual, ambas fueron condenadas a prisión perpetua.

"Pretendo pertenecer a un género masculino. Desde que ingresé a la cárcel consulté para empezar el tratamiento hormonal masculinizante y me están ayudando mucho", señaló Abigaíl Páez quien se autopercibió no binaria cuando brindó declaración ante el Tribunal de Audiencia de La Pampa

Un día después de que la mamá del nene Magdalena Espósito Valenti y su novia Abigaíl Páez fueran condenadas, fuentes del Servicio Penitenciario de San Luis le confirmaron a Infobae que Páez pidió someterse a una terapia hormonal masculinizante desde la cárcel.

Según la información que trascendió Páez antes de asesinar a Lucio había asistido a consultas con especialistas pampeanos para iniciar el tratamiento hormonal masculinizante, pero no avanzó por su temor en que no le hiciera efecto por la edad. Además, expuso su pretensión de quitarse las mamas.

“Es una de las primeras cosas que preguntó cuando ingresó a la unidad. No es algo habitual, pero ya hay varias presas que pidieron lo mismo”, señalaron desde el Servicio Penitenciario de San Luis.

En la misma línea, advirtieron que en caso de que la hormonización prospere Páez no será derivada a la cárcel de hombres.

“No está previsto que una mujer, aunque complete ese proceso, vaya a una cárcel de hombres”, subrayaron.

En este contexto, prefirieron no brindar información de cuanto es el valor del tratamiento y quién lo pagará. De todos modos, según informó Infobae desde el Servicio Penitenciario dejaron entrever que una parte la abonará el Estado de San Luis, es decir los contribuyentes puntanos.

Páez y Espósito Valenti están alojadas en la cárcel ubicada en la zona sur de la ciudad de San Luis.

Otro de los datos es que Páez a penas ingreso de la prisión de Santa Rosa inició un tratamiento psicológico, pero lo interrumpió porque “tenía miedo de que se filtrara información”. Desde la prisión sostienen que llora todo el día, pero no por haber matado al hijo de su exnovia, publicó el medio.

 ¿Cómo será el tratamiento al que deberá someterse Páez?

Le administrarán inyecciones de testosterona para ir aumentando el nivel de las hormonas masculinas y de esta manera, se detendrán los ciclos menstruales, los ovarios disminuyen la capacidad de producir estrógeno afectando su fertilidad. Luego de este tratamiento, podrá acceder a una cirugía de cambio de sexo.

La terapia se inicia tomando dosis bajas de testosterona, que luego se van aumentando gradualmente. Entre los dos y seis meses, la menstruación se detiene, entre los tres y 12 meses la voz se agrava, y después de los seis meses empieza a crecer el vello facial y corporal. La grasa corporal, en tanto, comienza a redistribuirse entre los tres y seis meses y el efecto completo se nota entre los dos y cinco años; al igual que el aumento de la masa y la fuerza muscular.

Magdalena Espósito y Abigaíl Páez prefieren cumplir su condena en San Luis

Infobae que las culpables de torturar y acabar con la vida de Lucio no quisieron presenciar la lectura del veredicto en La Pampa por “falta de seguridad” y porque “no querían perder la plaza en el penal de San Luis".

Manifestaron que en Santa Rosa donde fueron alojadas antes del juicio la habían “pasado muy mal” y prácticamente no les daban de comer. Además, estaban aisladas en un sector que habitan otras madres asesinas de sus propios hijos.

Desde el entorno de las homicidas sostuvieron que la madre de Lucio perdonó a Páez, pero ya no son parejas. Sin embargo, permanecen en un mismo pabellón y duermen en celdas separadas. Ambas trabajan en talleres de panadería y cotillón.

Lo que dejaron en claro que ninguna quiere dejar el penal de San Luis, ya que viven sin conflictos con el resto de las internas: “No tienen miedo de que las lastimen dentro de la cárcel”.

En el juicio y, llorando, Páez confesó el crimen y dejó fuera de la escena a su exnovia. “Fue un desborde”, dice la defensa sobre el ataque que se desencadenó con ferocidad sobre el pequeño cuerpo.

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