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Hoy se conocerá la sentencia para los ocho rugbiers

A tres años del asesinato a golpes del joven de 18 años, el Tribunal Oral de Dolores definirá la situación penal de Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, y Luciano, Ciro y Lucas Pertossi.

Los imputados aguardan la audiencia del lunes alojados en la cárcel de Dolores /Foto: Diego Izquierdo.
Actualizada: 06/02/2023 10:52
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El Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad bonaerense de Dolores dará a conocer hoy la sentencia del juicio a los ocho rugbiers acusados de matar a golpes y patadas a Fernando Báez Sosa durante la madrugada del 18 de enero de 2020, a la salida de un boliche de la localidad balnearia de Villa Gesell.

El fallo de los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lázzari y Christian Rabaia se conocerá a partir de las 13 en el primer piso de los tribunales dolorenses, donde se realizó el debate oral por el crimen entre el 2 y el 26 de enero últimos.

Los magistrados definirán la situación penal de Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23), que llegaron a juicio imputados por el delito de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas", que prevé una pena de prisión perpetua.

Los ocho, quienes aguardan la audiencia del lunes alojados en la cárcel de Dolores, están acusados de haber asesinado a golpes a Báez Sosa a la salida del boliche "Le Brique", luego de un incidente previo en el interior del local entre algunos de ellos y el grupo de amigos de la víctima.

Los alegatos

En sus alegatos de cierre el último 25 de enero, tanto los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García como los abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola, quienes representan a los padres de la víctima en calidad de particulares damnificados, consideraron acreditada la responsabilidad penal de los imputados.

A partir de los elementos de prueba incorporados en la instrucción del caso y de las declaraciones de 87 testigos, en las 13 audiencias de testimonios, en las que fueron exhibidos además videos que registraron el ataque y pericias de ADN y sobre los teléfonos de los acusados, sostuvieron la figura del homicidio doblemente calificado, en concurso ideal con "lesiones leves", por los golpes sufridos por amigos de Báez Sosa que intentaron ayudarlo.

En ese sentido, ambas acusaciones pidieron que los ocho jóvenes sean condenados a prisión perpetua, porque consideraron que fueron coautores del crimen.

Entendieron que todos ellos golpearon al joven asesinado, a diferencia de lo que indicaba el requerimiento de elevación a juicio, que apuntaba solo a cinco de ellos como agresores directos, aunque acusaba a todos los miembros del grupo por la presunta "coautoría funcional" del hecho.

En su alegato, los fiscales señalaron que "no hubo roles", sino que "todos hicieron todo, todos se pusieron de acuerdo para matar a Fernando, todos lo golpearon".

Burlando adhirió al pedido de la fiscalía y sostuvo que todos los imputados tuvieron la "voluntad de matar", que planearon una "cacería humana" y que la víctima fue "fusilada a golpes y patadas".

Graciela y Silvino, la madre y el padre de Fernando /Foto: Diego Izquierdo.

"La imagen de Fernando de rodillas pidiendo clemencia. Esa es la imagen que para esta representación justifica ni más ni menos el pedido de prisión perpetua para los acusados", afirmó al alegar.

El particular damnificado precisó además, a partir del análisis de imágenes realizadas del hecho, que tras la expulsión de ambos grupos de "Le Brique" hubo un "acecho" a Fernando que duró poco más de siete minutos, y a partir de las 4.44.30 del 18 de enero, se produjo el ataque, que duró 45 segundos, hasta que a las 4.45.15 los acusados "consuman el homicidio".

La defensa de los acusados

El defensor de los imputados, Hugo Tomei, consideró por su parte en su alegato, el 26 de enero, que todos ellos deberían ser absueltos por la "incongruencia" entre la acusación original y la planteada por la fiscalía al momento de pedir la pena.

Pidió además, que en caso de ser condenados por el tribunal, el hecho sea encuadrado como un "homicidio en riña", que prevé una pena máxima de seis años de prisión, lo que permitiría a los imputados acceder casi de manera inmediata a una libertad condicional, por los tres años que llevan con prisión preventiva.

Tomei planteó subsidiariamente ante el TOC que se consideren las figuras de "homicidio simple con dolo eventual" -con una pena en expectativa de 8 a 25 años- o de "homicidio preterintencional" -de 3 a 6-.

"Represento a ocho condenados por el poder mediático, por la sociedad, y considero que es otra forma de presionar al Poder Judicial y obtener una sentencia que tiene que ver con el criterio de la opinión pública", Hugo Tomei.

Se refirió también a la "impronta mediática inigualable" que tuvo el caso desde la madrugada del crimen, que lo "ha transformado" en "un paradigma de lo que no debe ocurrir", con "horas y horas de videos, constancias del expediente expuestas en las redes sociales, en canales de televisión".

"Represento a ocho condenados por el poder mediático, por la sociedad, y considero que es otra forma de presionar al Poder Judicial y obtener una sentencia que tiene que ver con el criterio de la opinión pública", señaló.

Los acusados siguieron presencialmente todas las audiencias del juicio, y harán lo propio durante la lectura de la sentencia.

Los acusados siguieron presencialmente todas las audiencias del juicio, y harán lo propio durante la lectura de sentencia / Foto: Diego Izquierdo.

Los imputados rompieron el silencio

Thomsen, Cinalli, y Ciro, Lucas y Luciano Pertossi declararon ante los jueces a partir de la segunda semana de audiencias, mientras que Comelli, Viollaz y Benicelli optaron por no hacerlo.

Los ocho pidieron de todos modos "disculpas" a la familia de la víctima al expresar sus últimas palabras antes de que los jueces dieran por cerrado el debate oral, manifestaron estar "arrepentidos" por el hecho, y algunos de ellos aseguraron que "no hubo ningún plan de matar".

La madre de Fernando también expresó unas palabras finales ante el tribunal en la jornada de alegatos de la defensa, y sostuvo: "La verdad que nunca pensé que estaría en este lugar. Siempre pensé que algún día mi hijo se recibiría y estaría viendo cómo él defendería a la gente, pero nunca que estaría presenciando el asesinato de mi hijo. Que paguen lo que hicieron".

La lectura de la sentencia será transmitida a través del canal de Youtube de la Dirección de Prensa y Comunicación de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, tal como ocurrió con los lineamiento de apertura, los alegatos y las palabras finales.

A la audiencia, solo podrán acceder medios que hayan estado acreditados para la cobertura de las jornadas de juicio, informaron fuentes judiciales.

Está previsto, a su vez, que la madre de la víctima y su padre, Silvino Báez, también estén presentes, al igual que lo hicieron a lo largo del debate oral.

"La verdad que nunca pensé que estaría en este lugar. Siempre pensé que algún día mi hijo se recibiría y estaría viendo cómo él defendería a la gente, pero nunca que estaría presenciando el asesinato de mi hijo. Que paguen lo que hicieron", Graciela Sosa.

Los jueces definirán a su vez, en esta instancia, el pedido de la fiscalía de que se inicie una causa por falso testimonio para Juan Pedro Guarino -imputado en el inicio de la causa y sobreseído en abril de 2021- y Tomás Colazo -quien nunca estuvo acusado, pero fue mencionado por el particular damnificado como "el sospechoso número 11″- por considerar que evidenciaron contradicciones al declarar en el debate.

En cuanto a los ocho imputados, quienes están detenidos desde el día del crimen y cumplen prisión preventiva desde el 14 de febrero de 2020, están alojados desde el inicio del juicio en la Unidad Penal 6 de Dolores, luego de ser derivados desde la Alcaidía 3 del penal bonaerense de Melchor Romero.

Los ocho imputados y sus roles

Estos son los ocho jóvenes acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa en la madrugada del 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, y los elementos de prueba surgidos en la investigación y en el juicio, en los que deberá basar el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores la sentencia que dará a conocer el próximo lunes.

MÁXIMO THOMSEN (23)
Nació el 27 de noviembre de 1999 y sus allegados lo apodan "Machu". Se formó como rugbier en el Arsenal Zárate Rugby y jugaba en el Club Atlético San Isidro desde 2017, pero fue suspendido como socio tras conocerse su detención. Era estudiante en el profesorado de educación física y quería ser kinesiólogo de alto rendimiento. Entre sus pasatiempos en la Alcaldía donde está detenido se dedica a leer novelas épicas o fantásticas.

Fue sacado por la fuerza del boliche "Le Brique" de Villa Gesell y en el juicio fue señalado por testigos como uno de los que pateó en la cabeza a Fernando, cuando ya estaba caído en el suelo. Al declarar ante el tribunal dijo que "jamás" tuvo "intenciones de matar a alguien", que reaccionó "tirando patadas" ante una "piña en el rostro", y reconoció como propia la zapatilla con sangre de la víctima que dejó su impronta en el rostro del joven asesinado.

Fue señalado además por uno de los policías que declaró, como quien involucró falsamente al remero Pablo Ventura, detenido en el inicio de la investigación y sobreseído días más tarde.

Pidió "disculpas" a la familia de Fernando, y en sus últimas palabras antes de la sentencia sostuvo: "Jamás pensé que algo así podría llegar a pasar. Ojalá pudiera volver el tiempo atrás y revertir todo esto. Estoy muy arrepentido". En los días previos a los alegatos, pidió asistencia psicológica dentro de la unidad penal en la que están alojados.

CIRO PERTOSSI (22)
Nació el 8 de mayo de 2000. Testigos los identificaron como uno de los primeros en golpear a la víctima frente al boliche. La fiscalía y los abogados de la familia de Fernando consideraron probado que le dio una trompada "a traición" desde la derecha, y que luego siguió pegándole cuando ya estaba en el piso. Imágenes aportadas a la causa y exhibidas en el juicio lo muestran "chuparse los dedos" con sangre cuando fue interceptado por personal policial. Fue quien, casi una hora y media después del ataque, escribió en el grupo de WhatsApp que compartía con el resto del grupo: "Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie". Fue hallada sangre de la Fernando en su pantalón.

Al declarar en el juicio confirmó que era quien aparecía en uno de los videos que captaron la agresión, pero dijo que no pateó a la víctima porque advirtió que estaba tirada en el piso y se contuvo. "Este chico soy yo. Y quisiera aclarar que esa patada no la doy, y que cuando me doy cuenta que el chico está en el piso me freno antes", dijo. Pidió perdón a la familia de Fernando en sus últimas palabras, dijo estar "arrepentido" y que es "muy feo de lo que nos acusan".

ENZO COMELLI (22)
Nació el 25 de febrero de 2000. Al ser detenido presentaba un "hematoma sobre el labio inferior". Testigos lo reconocieron como el otro imputado que agredió inicialmente a Fernando, en su caso desde la izquierda. Un amigo de la víctima declaró que ese golpe "lo dejó arrodillado". Según la acusación, con esa agresión "casi al unísono" Comelli y Ciro Pertossi lograron "tomarlo desprevenido". Antes del inicio de los alegatos, el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) incautó su teléfono celular y el de Blas Cinalli, por presuntas interacciones con cuentas que los apoyaban en Instagram. Fue uno de los tres que no declaró en el juicio. En sus últimas palabras ante el tribunal, pidió "perdón" a la familia de Fernando y también a la suya, y a "todas las personas afectadas por este hecho aberrante".

LUCIANO PERTOSSI (21)
Nació el 29 de enero de 2001, es el menor del grupo. Es hermano de Ciro. Fue reconocido por testigos como uno los agresores de Fernando. Una joven declaró en la causa que fue quien dijo "quedate tranquilo que me lo voy a llevar como trofeo", mientras golpeaba a la víctima en la cara. Rastros de sangre de Fernando fueron hallados en prendas suyas. Según la acusación, en las filmaciones exhibidas en el juicio se ve que participa de la golpiza. Fue el primero en romper el silencio en el juicio, solo para negar que fuera quien aparecía en esas imágenes. En las últimas palabras, pidió perdón a los padres de la víctima, y dijo que "nunca" quiso "participar de una pelea en la que fallezca una persona". "Pido mil disculpas por todo lo malo. Lo que ustedes decidan va a ser lo correcto. Le pido a Dios que sea algo bueno para todos", expresó ante los jueces.

LUCAS PERTOSSI (23)
Nació el 25 de febrero de 1999, es el mayor del grupo, y es primo de Luciano y Ciro. Es técnico en seguridad e higiene. Filmó con su iPhone el momento en que fueron expulsados del boliche y luego el inicio del ataque, hasta que dejó de grabar la golpiza, según entendió la fiscalía, para sumarse a la agresión. Tras el crimen, envió un audio al resto de los imputados: "Estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia… caducó". Al declarar en el juicio en la última audiencia, dijo que solía grabar distintas escenas con su celular, y por eso lo apodaban "Croniquita" e "Intento de influencer". Según la fiscalía, "aparte de agredir a Fernando, es una de las personas que también libera la zona a los efectos de la que el ataque se pueda realizar". También pidió disculpas a la familia de Fernando en sus palabras finales, dijo estar "muy arrepentido por todo lo que pasó" y "muy triste por todo lo sucedido". Señaló además: "Nunca tuve intención de matar a nadie ni participar de un asesinato".

MATÍAS BENICELLI (23)
Nació el 5 de noviembre de 1999. Trabajaba en un taller de chapa y pintura. Fue quien abrió la puerta a la policía a las 10.30 del 18 de enero de 2020, cuando se ordenó la aprehensión del grupo en la casa que alquilaba en Gesell. Utilizaba rodete al momento del crimen. Un testigo lo ubicó a partir de ese rasgo como un "agresor directo" de Fernando, otro lo situó "agrediendo también a un amigo" y un restante lo identificó como quien le gritaba a la víctima "a ver si volvés a pegar, negro de mierda". Tampoco declaró durante el debate oral, y solo se expresó al momento de las últimas palabras: "Quiero pedir perdón a la familia de Fernando. Nunca quise que esto pasara. Nunca tuve la intención de matar a nadie. Todos los días lo pienso. Ojalá pudiera volver el tiempo atrás".

BLAS CINALLI (21)
Nació el 18 de abril de 2001. Fue el único imputado que no fue mencionado puntualmente por ningún testigo, pero rastros de ADN compatibles con su perfil genético fueron hallados debajo de una uña de la víctima. Para la fiscalía, "no hay dudas" de que fue uno de los agresores directos. De acuerdo a capturas exhibidas en el juicio, tras el crimen intercambió mensajes con un amigo, a quien escribió: "Nos peleamos. Ganamos contra unos chetos, los rompimos", "creo que matamos a uno", "le dimos murra a uno con el ‘perto’, lo recargamos a palo, pero mal. Nos vinimos corriendo a la casa", "yo sólo quiero tomar vino y fumar flores". Al declarar, dijo que "no hubo ningún plan" y que "en ningún momento" le pegó a la víctima. En sus palabras finales, sostuvo: "Quiero pedir disculpas a todas las personas afectadas por lo que pasó. Es algo que duele muchísimo hasta el día de hoy. No hubo ningún plan ni nada de lo que se dice". Su celular fue secuestrado junto al de Comelli por el SPB antes de los alegatos.

AYRTON VIOLLAZ (23)Nació el 9 de mayo de 1999. Es técnico electromecánico. Es el único del grupo que no tenía teléfono celular al momento del viaje a Gesell. Para la fiscalía fue quien dio "la señal de ataque". El abogado Fernando Burlando, representante de los padres de la víctima, apuntó en el mismo sentido: "Procede a dar la orden que iniciará el ataque: ´Es ahora, vamos, es ahora´". Testigos lo identificaron como uno de los que evitaba que Fernando fuera ayudado. El fiscal Juan Manuel Dávila sostuvo que "no hay ninguna duda" de que fue otro de los agresores directos, lo que guardaría relación con lesiones que presentaba en los nudillos al ser detenido. Optó por no declarar durante el juicio. Al momento de las últimas palabras, pidió "perdón a la familia de Fernando" y se mostró "muy arrepentido de todo". (Télam)

 

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