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El granizo provocó pérdidas en maíz, soja, sorgo y girasol en San Luis

Los cultivos de verano, que recibieron buenas lluvias en enero, fueron castigados por la piedra, que arruinaron en total unas 36.000 hectáreas, la mayoría en Pringles y Pedernera.

Soja en La Toma.
Actualizada: 06/02/2023 23:35
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La Bolsa de Cereales de Córdoba tiene una red de colaboradores en San Luis que le permite emitir periódicamente informes sobre el estado de los cultivos en la provincia. En los últimos días publicó uno clave, ya que la campaña de verano está en plena etapa de definición de sus rindes, con un clima que oscila entre las buenas noticias (lluvias de enero) y otras muy malas (eventos de granizo, calor excesivo), por lo que es interesante analizar cuál es el panorama cuando recién despunta febrero.

De acuerdo con los datos provistos por el satélite GPM, las precipitaciones de enero abarcaron a toda la provincia. Los milímetros caídos contribuyeron a mejorar las condiciones de los cultivos y fueron claves para aliviar los efectos de las altas temperaturas y ayudar a continuar con el desarrollo.

Según el Servicio Meteorológico Nacional, esta semana sólo se esperan unos 10 milímetros en el noreste de San Luis. Este contexto podría complicar a los cultivos ya que en su mayoría se encuentran cercanos al período crítico de definición de rendimiento o atravesándolo, por lo que una escasez hídrica probablemente ocasione mermas en los rendimientos esperados.

Maíz

En cuanto al maíz, la Bolsa aseguró que hacia fines de enero la siembra de las 535.700 hectáreas estimadas se encontraba prácticamente finalizada. Un 12% corresponde a fechas de siembra tempranas (antes del 1° de noviembre), mientras que el 88% restante a las de fechas tardías, es decir, después de esa fecha, que es la elegida por los productores para lograr más estabilidad.

Maíz en Villa Mercedes.

Durante enero el cultivo sufrió estrés térmico moderado a alto debido a lasr temperaturas elevadas, estrés hídrico por falta de agua y, en algunas zonas, la presencia de oruga cogollera. Los lotes más afectados en cuanto a temperatura y humedad fueron los sembrados temprano, ya que se encontraban atravesando su período crítico para la definición del rendimiento (aproximadamente 15 días antes y 15 días después de la floración), mientras que los maíces tardíos atravesaban la etapa vegetativa con 8 a 10 hojas desarrolladas.

A lo largo de los últimos días del mes cayeron lluvias generalizadas en la provincia que aliviaron notablemente al cereal, beneficiando principalmente a los maíces tardíos. Esta situación se refleja en el estado general del cultivo, que mejoró respecto a diciembre, ya que las condiciones regulares y malas se redujeron a la mitad: pasaron de un 33% a un 17%.

Pero las precipitaciones no sólo trajeron humedad, también granizo en los departamentos Coronel Pringles y General Pedernera, que es el de mayor superficie cultivada con maíz. Hasta el momento y dadas estas condiciones climáticas adversas, las pérdidas provinciales rondan al 4% de la superficie sembrada, alrededor de 19 mil hectáreas.

Soja

En enero finalizó la siembra de la oleaginosa, que cubre 159.500 hectáreas de San Luis. Esta área sería un 12% menor que la campaña anterior y 27% inferior al promedio de superficie sembrada desde la campaña 2017/18.

De la soja temprana, es decir aquella implantada antes del 15 de noviembre, el 72% se encontraba en floración completa y el 28% en inicio de formación de vainas, acercándose al comienzo del período crítico. Respecto a la soja tardía, que representa aproximadamente dos tercios de la superficie estimada, la mayoría de los lotes se encontraba comenzando la etapa reproductiva, en inicio de floración.

 

Si bien las lluvias también mejoraron las condiciones del cultivo, el estrés hídrico, las altas temperaturas y el granizo de enero afectaron a la soja, estimándose las pérdidas de superficie en un 5% (unas 8.000 hectáreas), principalmente debido a la piedra.  Los técnicos a campo reportaron la presencia de arañuela, y tres tipos de oruga; bolillera, medidora y de las leguminosas.

Sorgo

Con la siembra finalizada, el 86% del sorgo atravesaba el estado 3 (diferenciación de meristemas). Fisiológicamente, es en esta etapa cuando cambia el punto de crecimiento de vegetativo a reproductivo y cuando se define el tamaño potencial de la panoja.

Sorgo en Tilisarao.

Por otro lado, el 10% comenzaba el estado 5 (de bota o buche). En esta etapa la panoja se encuentra embuchada en la vaina de la hoja bandera y es cuando comienza el período crítico de definición del rendimiento. Es decir que una carencia nutricional o hídrica se traduce directamente en menores rindes.

El 60% de los lotes estaría transitando dichas etapas entre muy buenas y buenas condiciones y el 40% restante entre regulares y malas, ya que atravesó estrés térmico por las altas temperaturas y granizo. Estos eventos ocasionaron una pérdida que se estima llegaría a las 800 hectáreas, representando el 3% de la superficie sembrada. Hasta el momento, no fueron mencionadas plagas ni enfermedades.

Girasol

En enero, el 29% de los lotes de girasol se encontraba en período crítico para la definición del rendimiento, es decir, en etapa de floración (R5), mientras que el resto ya terminaba esa etapa. Durante este periodo se define el número de granos fijados y a partir de R6 comienzan a acumularse carbohidratos, ácidos grasos y proteínas en los granos, lo que define el peso y el porcentaje de aceite, claves para lograr un buen precio final.

El 69% del girasol puntano presentaba entre excelentes y buenas condiciones y el 31% entre regulares y malas. Al igual que el resto de los cultivos, la mayoría de los lotes sufría estrés hídrico y térmico, sumado a la caída de granizo que ocasionó, hasta el momento, un 8% de pérdidas, equivalente a 8.000 hectáreas.

Maní

A fin de enero el 100% del cultivo atravesaba la etapa de comienzo de enclavado, que es cuando la mitad de las plantas tienen por lo menos un clavo elongado, haya o no penetrado al suelo. Luego de este periodo comienza el desarrollo del fruto.

Gracias a las lluvias y al aporte de riego el 65% de los lotes presentaba un estado general que variaba entre muy bueno y excelente. En el relevamiento fue mencionada la presencia de arañuela y la importancia de prever la ocurrencia de enfermedades fúngicas (producidas por hongos).

 

 

 

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