A dos semanas del temporal en Villa Mercedes: Frontera recibió $200 millones y los créditos no le llegan a la mayoría de los damnificados
La ciudad todavía no volvió a la normalidad. Los cables siguen colgando en las veredas y miles de personas continúan sorteando las dificultades para acceder al beneficio y reparar sus hogares.
El 26 de enero de 2023 va a quedar marcado a fuego para los villamercedinos porque una tormenta de piedras dejó devastada la ciudad. Dos semanas después muchas familias todavía no pueden reponerse. Los que tuvieron que encontrar soluciones inmediatas fueron los comerciantes porque necesitaban poner en funcionamiento sus locales y volver a dar sus servicios. Entonces repararon las vidrieras y lo indispensable para seguir con las puertas abiertas.
Después hay muchos damnificados que están corriendo detrás de la burocracia y la desorganización de la Municipalidad y del Gobierno. “Nos tienen agarrados de las narices”, graficó una vecina jubilada que ayer intentaba acceder al beneficio.
A todos les fueron cambiando las reglas de manera constante y pusieron a las personas en lo máximo de la indignación y la indignidad. Los expusieron a filas de 10 cuadras, 8 horas de espera y hasta ayer muchos peregrinaban por la Calle Angosta en búsqueda de respuestas.
Las redes sociales son el descargo de muchos vecinos que exponen la desinformación y la incertidumbre que hay alrededor de los préstamos de $50 mil y $100 mil. Quieren saber si los que ya presentaron la documentación tienen que hacerlo de nuevo, cómo se enteran si está aprobado el dinero y cuándo se lo van a dar. También reportaron que esta mañana la página para inscribirse de manera online estaba saturada. Esto último pasó desde el martes cuando pusieron en funcionamiento el sistema.
A las 11 de este jueves Matty Collado escribió: “Arreglen la página no anda”. Y Cinthia Sombra agregó: “Qué manera de jugar con la gente”.
Desde la noche del 26 llovió otras dos veces en Villa Mercedes, y los más afectados siguen siendo los que no tienen nada, los que habitan en barrios vulnerables, limitados de los servicios básicos, y en asentamientos donde pudieron reconstruir los techos con un plástico. Esos son los que la están pasando mal. Entre lágrimas Yésica, que vive en el Barrio ATE 2, contó que pudo conseguir un nylon para que no se sigan lloviendo las pocas cosas que tiene, pero que no logró cubrir todo el techo. Como otros tantos, sigue esperando que la ayuda le llegue.
Alberto Rodríguez Saá anunció cinco días después de la feroz tormenta que le entregó a Maximiliano Frontera $200 millones (no reintegrables) para para afrontar los daños. Sin embargo todo parece que funcionara lento, y no al ritmo que las necesidades de una ciudad necesita para no frenar en su crecimiento, y las necesidades de los pobres. Además tiene en el camino un crédito de $800 millones que debería tratarse en el Concejo Deliberante, en una supuesta sesión extraordinaria cuya fecha no se sabe.
Caminar por las veredas de Villa Mercedes es todavía chocarse con los cables colgados y con la basura amontonada en las esquinas. El vecino se la ha pasado teniendo paciencia.
“La gente está indignada porque muchos no tienen ni tarjeta y les piden un CBU del banco. No pueden, no tienen recursos, no tienen medios para hacerlo. Y si van a Acción Social, a algunos les están dando un nylon”, contó hoy un vecino del Barrio Eva Perón I. Además aseguró que “trajeron camiones para limpiar la calle pero no vino ningún representante del Municipio a ver cuáles son las necesidades y los daños”.
En otras zonas, como en el Barrio San Antonio los funcionarios sí fueron y prometieron chapas, pero “no volvieron más”, según contaron los damnificados.