La sorprendieron cuando salió a sacar la basura: le apuntaron a la cabeza, intentaron ahorcarla y le hicieron cortaduras en los brazos
Ocurrió anoche en el barrio Manuel Lezcano. Dos delincuentes la torturaron hasta que les dijo donde guardaba el dinero. Sigue en shock tras el feroz ataque.
La inseguridad cada vez adquiere mayor violencia en San Luis. En esta oportunidad le tocó a una mujer que vive en el barrio Manuel Lezcano mientras sacaba la basura cerca de las 22.
En contacto con El Chorrillero la mujer todavía shockeada relató que anoche antes de ingresar a su casa se quedó observando que sus plantas no se hubieran dañado con el granizo cuando de repente fue sorprendida por un hombre encapuchado, quien la agarró del cuello y la empujó contra la puerta para que ingresara a su casa.
“Me tiran al piso, mientras me amenazan con un arma en la cabeza, justo tenía un mantel con platos para cenar y además, cosas mías del trabajo. Entonces aprovecharon, me ataron las manos con piolas y con un pañuelo me taparon la boca para que no gritara”, explicó hoy al mediodía la mujer que accedió a contarle a El Chorrillero el calvario que vivió.
En ese instante, ingresó otra delincuente a la casa y se fueron a las habitaciones en busca de dinero: “Revolvieron todo hasta los colchones, me vaciaron los placares, pero solo querían efectivo”.
“Yo no les decía nada, me resistía, pero fue peor, porque empezaron las amenazas, agarraron un vidrio y me dieron unos cortes en los brazos. Yo seguía sin decir nada, entonces agarraron una piola me la pasaron por el cuello y me ahorcaron, mientras me seguían lastimando los brazos”, dijo la vecina que prefirió preservar su identidad.
Y añadió: “Ahí le dije donde tenía la plata guardada, salieron con todo, se llevaron ropa también, sinceramente no sé qué más”.
Relató que cuando los malvivientes se retiraron salió a pedir ayuda, pero los nervios la colapsaron y se desmayó en la vereda.
“Me desperté, me fui al vecino, pero cuando quise gritar no me salía la voz. Me volví a mi casa, y justo antes me habían agregado al grupo de los vecinos del barrio por la inseguridad, por lo tanto, les escribí y me vinieron a socorrer”, narró.
Los vecinos se encargaron de llamar a la Policía y a la ambulancia: “Me asistieron, me curaron las heridas de los brazos, pero del shock me volví a desmayar”.
“Hay mucha inseguridad en el barrio, me da tanta impotencia, me ahorcaron, me cortaron, me apuntaron la cabeza con un revólver y me golpearon. No puedo dejar de pensar que, si yo no tenía dinero en mi hogar, me mataban”, señaló. Prefirió no comentar la suma que se llevaron.
El lunes de esta misma semana tuvo que llamar a la Policía porque escuchó ruidos extraños y vio a un hombre intentando abrir el candado de la reja, tres días después terminaron cometiendo el delito.
La Comisaría 3° dispone de dos efectivos en el turno y no cuentan con patrullero.