Impacto ambiental: San Luis es la segunda provincia que menos hectáreas forestó
El dato se desprende del informe anual que publica el ministerio de Desarrollo y Ambiente de la Nación. La jurisdicción que más superficie plantó multiplica por 14 lo hecho en el territorio puntano.
El Informe del Estado del Ambiente 2021 publicado por la Nación durante los últimos días arrojó que San Luis es la segunda provincia que menos hectáreas de bosques forestó con solo 316 y que apenas supera a Santa Cruz con 176.
Quienes lideran la tabla de las provincias que más superficie forestaron pertenecen a la región mesopotámica: Corrientes con 482.215, Misiones con 417.627 y Entre Ríos con 146.910.
En este sentido, se detalla que, del total de hectáreas avanzadas en el territorio puntano, 240 son de álamos y sauces, 50 de especies nativas y 26 de varias especies.
Ahora, estas cifras contrastan con lo que el Gobierno provincial busca promocionar como eslogan “verde”. Desde hace un par de años, lleva adelante el plan “Más árboles, más vida” y el desarrollo de esta campaña es mostrado a través del aparato de propaganda estatal.
En el 2021, (año del estudio) la gestión de Alberto Rodríguez Saá gastó $86.808.828 para el programa Forestación, perteneciente a la secretaría de Medio Ambiente y Parques, de acuerdo a las Cuentas de Inversión de aquel periodo.
Para el periodo del 2022 se diagramaron unos $86.949.061 y para el 2023 alrededor de $443.773.733. Ambas ejecuciones se conocerán una vez que desde Terrazas del Portezuelo envíen las rendiciones a la Legislatura.
Este informe llevado adelante por científicos y profesionales en la materia, busca poner sobre la mesa datos, estadísticas y políticas ligadas a la conservación del medio ambiente.
La importancia de la cobertura forestal es paliar las consecuencias de, por ejemplo, los incendios forestales, flagelo por el que atraviesa San Luis convirtiéndola en una de las jurisdicciones más afectadas.
Para poner en perspectiva, en el 2021 se perdieron 50 mil hectáreas como consecuencia del fuego. Esto quiere decir que la cantidad de árboles plantados solo alcanza el 0,63% de la superficie quemada.
Según se precisa, los bosques cultivados, además de la madera, “brindan otros servicios ecosistémicos, como el de almacenar dióxido de carbono (sumidero) para la mitigación del cambio climático, intervenir en la regulación del agua y la protección de cuencas hídricas, proteger cultivos (por ejemplo, las cortinas forestales), actuar en la protección y recuperación de suelos degradados, entre otros”.
“Las especies cultivadas son mayormente de rápido crecimiento y adaptadas a las condiciones ecológicas. Un 3% de la superficie corresponde a unas 40 especies nativas (28 géneros) implantadas en macizos puros y mixtos y en enriquecimiento del bosque nativo”, sostiene el paper.
Dicho esto, también hubo postales políticas en el marco de la preservación ambiental. En marzo, Rodríguez Saá firmó un convenio junto a su par kirchnerista, Jorge “Coqui” Capitanich para la adquisición de 300 mil plantines.
Más adelante, el 5 de mayo, el gobernador de Chaco visitó San Luis. Hizo un recorrido por Villa Mercedes y la capital donde intercambiaron elogios con el mandatario local y obtuvieron la foto que buscaban.
“Esta alianza va más allá de lo forestal y ambiental, porque se incorporaron proyectos digitales y de intercambio, entre los medicamentos que producimos y los reactivos que elaboran. Son hermosos los pasos que se dan”, puntualizó Rodríguez Saá en aquel momento.
Por otra parte, la información del Gobierno provincial sobre el tema es poca. Según refleja en la página del proyecto hasta la fecha fueron sembrados 282.090 plantines, muestra dónde se encuentran los puntos de entrega de las semillas y los depósitos, y las zonas discriminadas.
Otras provincias que también tuvieron un bajo rendimiento en la forestación fueron Catamarca con 331 hectáreas, La Rioja con 388, La Pampa con 1085 y San Juan con 1724.