Hace un mes estuvo en la mesa dirigencial que demolió el rumbo del Gobierno, hoy Ponce anunció que será candidato en el lema oficialista
Se presentará otra vez en el municipio por un sublema de Terrazas del Portezuelo para favorecer la reelección de Tamayo. La línea subterránea que lo une a Alberto Rodríguez Saá. “Mi padre estaría muy contento y feliz que yo pueda volver”, dijo hoy.
La candidatura de Enrique Ponce a la intendencia por el lema del actual gobernador encuentra explicación y se entiende en un vínculo nunca blanqueado.
Es una página de la historia reciente no escrita, aunque ese pacto que se extendió en el tiempo es una verdad revelada.
En los entretelones de la crisis nacional de principio de siglo que se había llevado puestos a varios presidentes, entre ellos a Adolfo Rodríguez Saá que renunció a la gobernación para asumir, y acá se libraba el conflicto institucional Provincia-Municipio, Alberto Rodríguez Saá juró venganza. Enrique Ponce todavía no había ingresado a la política o no tenía al menos el status de dirigente de referencia.
Alicia Lemme se había hecho cargo de la gobernación y tuvo la osadía de desoír una orden de Alberto Rodríguez Saá que manejaba los hilos del poder y quería en ese momento tener el control de la gestión de Gobierno. No cedió ante la presión de designarlo jefe de Gabinete. Este gesto de la gobernadora tuvo después un alto costo para ella.
Rodríguez Saá nunca le perdonó que se haya “sublevado” y le hizo pagar el costo en 2011. Lemme se presentó a la reelección en la intendencia y perdió ante Enrique Ponce, candidato por el ignoto partido La Kolina de Alicia Kirchner. Alberto lo apoyó bajo cuerda.
En 2015 pasó lo mismo. Gastón Hissa le ganó las PASO a los candidatos albertistas (Lilia Novillo y Fernando Salino). Rodríguez Saá le permitió a Ponce que desdoblara la elección en la ciudad y le sacó el apoyo a Hissa, candidato del Partido Justicialista. El 8 de noviembre el electo gobernador no fue a votar a “su” candidato. Ponce fue reelecto.
En 2019, Ponce dejó la Municipalidad en manos de Rodríguez Saá. El entonces intendente que venía de ser candidato a vicegobernador, dividió a la oposición y favoreció que Sergio Tamayo sea electo. En todas las encuestas Hissa estaba arriba, pero Ponce insistió con Enrique Picco que resultó tercero.
Reunión de Todos Unidos del 31 de enero. (Foto Todos Unidos)
Ahora se repite la historia. Ponce vuelve a ser funcional en la ciudad a Alberto Rodríguez Saá que tiene como candidato a Tamayo.
Desde la sede del partido del gobernador, el ex intendente presentó hoy un sublema y jugará para la continuidad de Rodríguez Saá.
“Mi padre estaría muy contento y feliz que yo pueda volver a la Casa Justicialista sin rencores del pasado”, contestó cuando una periodista le recordó sobre los ataques desestabilizadores de Alberto Rodríguez Saá a la gestión del entonces intendente Carlos Ponce. El actual gobernador impulsó la fallida división de la ciudad en cuatro municipios en 1999 y estuvo al frente de la fracasada operación destituyente “una Navidad sin Ponce”.
Hace un mes, Ponce anunció que sería candidato a intendente por un partido enemistado con Terrazas del Portezuelo y aplaudió de pie en la FISAL frente a las cámaras a la mesa dirigencial que fulminó el rumbo del Gobierno de Alberto Rodríguez Saá.
En la superficie una relación de amor-odio sostenida por un vínculo subterráneo que nunca se cortó.