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Murió en Bariloche una docente de 45 años por hantavirus

Estuvo 48 horas internada en terapia intensiva. Intentaban establecerse cómo se contagió.

La muerte de Ana Natalia Ayala, de 45 años, se produjo el viernes pasado en el sanatorio San Carlos.
Actualizada: 12/03/2023 22:18
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Una docente de 45 años murió tras permanecer dos días internada en terapia intensiva por un cuadro de hantavirus en un centro de salud de la ciudad de San Carlos de Bariloche.

La muerte de Ana Natalia Ayala, de 45 años, se produjo el viernes pasado en el sanatorio San Carlos, donde se hallaba internada en terapia intensiva.

Ayala era docente del Jardín de Infantes "Hormiguitas" y también formaba parte de la Junta Vecinal del barrio Frutillar, de la ciudad cordillerana de Río Negro.

Autoridades sanitarias locales intentaban determinar la forma en la que la maestra había contraído la enfermedad, ya que según sus parientes no había estado juntando leña ni trabajando en galpones, tareas que acarrean peligro de contagio.

Por lo pronto, se dispuso el aislamiento de los parientes estrechos de la docente por 40 días.

Ayala había ingresado en muy mal estado el miércoles pasado al sanatorio, donde estuvo 48 horas internada en terapia intensiva hasta que se produjo su muerte.

Por el deceso de la docente, el Consejo Escolar local, directivos y docentes expresaron su dolor, al igual que sus vecinos.
También se manifestó en el mismo sentido el intendente de la ciudad, Gustavo Gennuso.

“Siempre es doloroso cuando una vecina joven nos deja”, sostuvo el jefe comunal en declaraciones publicadas por el sitio El Cordillerano.

Gennuso, al confirmar el hecho, indicó: “Falleció Natalia Ayala, una conocida docente del barrio El Frutillar por hanta y eso siempre trae miedo y susto, son enfermedades de alta mortalidad, hay un montón de prevenciones y no es la primera vez que pasa”.

“Al dolor de la pérdida de una vecina joven, un dolor importante, sobre todo para el barrio y el jardín, tratemos de sacar el miedo, son cuestiones que hay que tomarlas con respeto pero sin atemorizarse”, agregó.

La zona andina de Neuquén, Río Negro y Chubut se considera endémica de la enfermedad, ya que viven los ratones colilargos, que la transmiten.

El último brote importante se había dado en la zonas de Epuyén, entre 2018 y 2019, con un saldo de once fallecimientos.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, la enfermedad por hantavirus es una zoonosis emergente producida por virus ARN pertenecientes a la familia Bunyaviridae.

Los virus producen en los seres humanos dos formas clínicas graves, la Fiebre Hemorrágica con Síndrome Renal, en Asia y Europa, y el Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus, en América.

Los hantavirus se transmiten fundamentalmente por inhalación de aerosoles cargados de partículas virales provenientes de las heces, orina y saliva de roedores infectados.

La transmisión al humano generalmente ocurre al introducirse en el hábitat de los roedores en zonas suburbanas y ambientes rurales, principalmente en los peri-domicilios y durante el desarrollo de actividades laborales, recreativas, o en lugares cerrados como galpones o depósitos infestados por roedores.

El síndrome cardiopulmonar por hantavirus puede presentarse como un cuadro leve con un síndrome febril inespecífico o llegar hasta la manifestación más grave con insuficiencia respiratoria grave y shock cardiogénico. Los primeros síntomas son similares a un estado gripal: fiebre de 38 grados, dolores musculares, escalofríos, cefalea, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea sin compromiso de vías aéreas superiores. (NA)

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