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ATE 1 Y SAN ANTONIO

Tiroteos, asaltos y gastos en medidas para protegerse: así viven los vecinos en algunos barrios de San Luis

Los hechos delictivos ocurren a toda hora y los delincuentes se manejan con impunidad. Ante la falta de respuestas, los vecinos se organizan para hacerle frente al flagelo.

Ante la falta de respuestas de las autoridades, tuvieron que implementar medidas desesperadas para hacer frente de alguna manera al flagelo.

por Nestor Miranda

elchorrillero.com

Actualizada: 20/03/2023 13:21

Los vecinos de los barrios ATE 1 y San Antonio de la ciudad de San Luis están rodeados por la inseguridad que cada vez se torna más violenta.

Por ejemplo, en los últimos días se registró un tiroteo en calle 25 de Agosto casi Falucho. Sospechan que fue por una discusión entre dos bandas. A eso se suma que los asaltos y robos en viviendas son moneda corriente.

Ante la falta de respuestas de las autoridades, tuvieron que implementar medidas desesperadas para hacer frente de alguna manera al flagelo.

Es el caso de los que viven en el San Antonio, por Falucho entre el pasaje que lleva el mismo nombre del barrio hasta avenida Ejército de los Andes. Optaron por comprar a una empresa de Buenos Aires tres alarmas vecinales con 25 pulsadores (botones) a un costo de $144 mil. La próxima semana llegarán y serán instaladas a lo largo de esa misma cuadra.

Organizarse por grupos de WhatsApp es otra de las metodologías utilizadas. De esa manera se mantienen comunicados y en alerta ante cualquier situación delictiva. Tampoco tratan de dejar mucho tiempo sus hogares solos por temor a ser desvalijados.

El Chorrillero recorrió la zona para conocer el panorama de primera mano. En lo que duró el relevamiento, alrededor de tres horas, no se observó presencia policial.

Durante la noche, prácticamente no hay nadie en la calle porque la mayoría se resguardan en sus hogares. Además, en algunos sectores hay poca iluminación y se convierte en una “boca del lobo”, generando un ámbito propicio para la delincuencia.

Un vecino, que prefirió no dar a conocer su identidad, explicó que la situación es “desesperante” a tal punto que “lamentablemente debemos tratar de no dejar la casas solas o reforzarlas como poner rejas porque si te roban y tenés que esperar que llegue la Policía, olvídate, no recuperás nada”.

La delincuencia tomó tal gravedad que los hechos delictivos suceden a toda hora y los malvivientes se manejan con total impunidad. Se movilizan en motos, autos o caminando y en la mayoría de los casos están armados.

“A unos vecinos que salieron a tomar algo al centro, les desvalijaron la casa y como no quisieron esperar a la Policía, consiguieron el dato de quiénes eran y fueron a buscarlos en el barrio José Hernández. Así lograron recuperar sus pertenencias”, comentó.

Aseguró que el patrullaje en la zona es “relativo” porque “algunos días sí recorren, sobre todo andan cuando hacemos las denuncias, pero en otros no pasa nada".

Lo que quieren los habitantes es la instalación de una garita policial para sentirse más protegidos: “Esto es para que cuando ocurra algo, poder acudir a algún efectivo cercano de forma rápida porque en el tiempo que llamamos al 911, ver si la comisaría sexta tiene un móvil para enviarlo, los delincuentes escaparon y que Dios te ayude a conseguir las cosas”.

En el caso de los robos a viviendas, el modus operandi que utilizan los ladribes muchas veces es hacer un estudio previo de las que están solas para cometer los ilícitos.

“Si a mi me roban, ¿cómo hago para recuperar las cosas?”, planteó, y agregó: “La delincuencia empezó a aumentar después de la pandemia, antes sucedían hechos pero no tanto como ahora”.

Por otro lado, contó que una familia de Tilisarao había comprado un terreno en el barrio San Antonio para construir su casa. El anhelo era vivir en la capital puntana pero por la cantidad de robos que sufrieron, decidieron volverse a su localidad. “Se cansaron por esta situación. Ahora me pregunto ¿Tenemos que llegar al punto de irnos de nuestras casas por estos chorros?”, manifestó.

Días atrás, una mujer caminaba por Falucho y antes de llegar al pasaje San Antonio, fue sorprendida por dos motochorros que le manotearon la cartera, la arrastraron unos metros por el piso y escaparon. La víctima sufrió heridas en las manos y rodillas.

Carmen, que vive en calle 25 de Agosto casi Falucho, fue testigo del tiroteo y relató a este medio que alcanzó a ver al delincuente cuando se acomodaba el arma dentro de su cintura.

“Escuché discusiones y de pronto sentimos disparos. Cuando salí vi a uno de ellos manipulando el arma mientras otros tres jóvenes escapaban para el lado del Pabellón Argentino. Imaginate si por esas casualidades salía una persona de su casa y ligaba un balazo de rebote. Es una locura”.

La mujer dijo que en varias oportunidades sufrió hechos delictivos en su vivienda y en una ocasión, encontró al malviviente en el patio.

“Nos han robado de todo; herramientas de trabajo de mi marido, una goma de auxilio de la camioneta, ropa de la soga y hasta elementos de un camión que tenemos en la cochera. Estamos cansados, no se puede vivir así, salimos con miedo a la calle”.

Carmen expuso que casi todos los días se producen delitos en el barrio y por las noches “sentimos gente caminando por los techos”.

Maximiliano, otro de los vecinos del San Antonio, afirmó que los malvivientes “no tienen respeto a nada”.

“Llamás a la Policía y a veces tardan media hora en llegar. La realidad es que se ha puesto muy inseguro todo y tenemos que estar alerta”, sostuvo.

Contó que en muchos casos piden la presencia de efectivos pero la Comisaría 6° no tiene móviles o no cuenta con los suficientes uniformados: “Muchas veces los vecinos somos quienes los vamos a buscar a la dependencia”.

El joven reside sobre la cuadra que compraron alarmas vecinales y opinó: “No nos corresponde esto, pero venimos presentando notas en la Municipalidad y en el ministerio de Seguridad y no tuvimos respuestas”.

“Es una situación insostenible, no podés salir tranquilo de tu casa”, indicó.

Esteban, que vive en el mismo barrio, sufrió un asalto cuando estaba sólo en su casa.

Este jueves, cerca de las 22:30 salió a la vereda y un joven lo empujó hacia adentro, lo golpeó en la cara y en distintas partes del cuerpo y lo ahorcó hasta que se desmayó. En ese momento, sustrajo un televisor led de 50 pulgadas y un celular. “Casi me mata”, aseguró.

Cuando reaccionó, observó que el delincuente subió a un taxi, al parecer el conductor era su cómplice, y escapó.

Como consecuencia de la golpiza, estuvo internado en el Hospital Central Ramón Carrillo. Sufrió moretones en el ojo izquierdo y en otras partes del cuerpo como el cuello y en uno de sus brazos.

“Fui a la comisaría pero no me quisieron hacer la denuncia porque estaban refaccionándola y tenían una sola oficina y una computadora. Me daban un número para que llamara y consultara cuándo podía ir a realizarla y luego me recomendaron que para no esperar de gusto, la hiciera por internet”, declaró.

"La inseguridad es terrible, no sabemos qué hacer con los vecinos", finalizó.

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