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A las denuncias por abusos en el Instituto San Luis Gonzaga, se suma una acusación por bullying

Un pequeño tenía 13 años y debió ser cambiado de escuela por agravios verbales que sufría. Según contó la hermana del menor, desde la institución siempre negaron todo y nunca tomaron represalias con los agresores.

Denuncias por bullying en el Instituto San Luis Gonzaga.
Actualizada: 20/03/2023 22:38
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Por Juan Martin Vilallonga

El Instituto San Luis Gonzaga está en el foco de San Luis por las recientes denuncias que se conocieron por abusos dentro del establecimiento. En esta ocasión, Florencia Suano dio testimonio del caso de su hermano, pero esta vez, por bullying.

Suano contó que, en noviembre de 2021, su hermano llegó un día a su casa llorando, pidiendo ir a la psicóloga y su familia no entendía por qué.

“Le buscamos una psicóloga particular y, en diciembre que el colegio estaba cerrado, la profesional le comenta a mi mamá que mi hermano había sufrido bullying”, relató la hermana del menor a El Chorrillero.

Inmediatamente, la recomendación fue que lo cambiaran de escuela y fue cuando comenzó la problemática.

Cuando la familia se enteró del hostigamiento que había sufrido el menor, decidieron sacarlo del colegio, “pero no en silencio”. En primera instancia, el hermano mayor de Suano se presentó a hablar con los directivos, solamente con la intención de dar a conocer el caso y para que eso no le pasara “a nadie más”.

Sin embargo, desde el instituto lo mandaron directamente a dialogar con abogados.

La intervención del Inadi en el caso de bullying

Cuando la familia fue a buscar el analítico para cambiarlo de institución, los recibió la rectora.  “Nos dio a entender que mi hermano era un mentiroso”, recordó sobre ese momento.

“Ellos dicen que no sabían y no puede ser porque nosotros tenemos la prueba del chat de mi mamá con la preceptora, en el que ella misma dice que le va a avisar a los directivos. Además, ella le dijo a mi mamá que mande todo por mail y esa es otra de las pruebas que presentamos al Inadi”, añadió Suano.

Desde el establecimiento terminaron por decirles que no sacaran al pequeño, que lo iban a juntar con su agresor para abordar el tema y solucionarlo.

“Mi hermano nunca habló de su situación porque nunca se sintió acompañado por el colegio. Las mismas compañeras le habían contado al preceptor del curso de ese momento que se estaban burlando de él y no hizo absolutamente nada, ni decirle algo al agresor o siquiera avisarnos a nosotros”, exclamó la joven.

Además, la hermana transmitió que varios chicos del curso habían hecho un grupo de WhatsApp donde se burlaban de su hermano por bailar ballet, entre otras acciones de agravio verbal que ya venían desde la primaria.

El pequeño logro de la familia: talleres anti-bullying y ESI

Mediante los abogados del Inadi, desde la familia se logró que en la escuela se comprometieran a dar talleres contra el bullying y, coincidentemente con los casos de acoso recientemente registrados, también talleres de educación sexual “para que los niños más chicos entiendan que el cuerpo es de uno y que cualquier cosa que pase, tienen que hablar. Y que nadie tiene que tocar su cuerpo”.

Esas medidas fueron impuestas meramente por el Inadi. Según las palabras de Suano, “el colegio nunca aceptó nada, hasta el último día que nosotros estuvimos ahí. Siempre negaron todo”.

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