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Crece la tensión en Francia y Macron rechaza convocar a un referéndum

El presidente francés se reunió con autoridades del Gobierno y rechazó la posibilidad de convocar a un plebiscito, horas después de que casi 300 personas fueran detenidas durante las protestas contra el aumento de la edad jubilatoria.

Las protestas contra la reforma previsional no cesan, a pesar del fracaso de las mociones de censura en el Parlamento.
Actualizada: 21/03/2023 17:00
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El presidente francés, Emmanuel Macron, se reunió este martes con autoridades del Gobierno y rechazó convocar un referendo sobre su reforma previsional, en medio de creciente tensión social en el país, que vive una ola de protestas de varios sectores productivos.

El Ejecutivo superó el lunes dos votaciones en la Asamblea Nacional (Cámara baja) destinadas a bloquear la impopular medida, que quedó así automáticamente adoptada tras su reciente aprobación por decreto el pasado jueves.

Si bien las votaciones constituyeron un triunfo, el mandatario liberal -acusado de autoritario por sus críticos- se expone a un alto costo político a cuatro años de concluir su segundo mandato, en el que aspira a otras reformas pese a no tener control absoluto del Parlamento.

Desde mediados de enero, su Gobierno enfrenta el rechazo unánime de los gremios, de gran parte de la oposición y de dos de cada tres franceses -según los sondeos- a su plan de retrasar la edad jubilatoria de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años, en lugar de 42, para cobrar una pensión completa.

El presidente Emmanuel Macron es el centro de las críticas luego de aumentar la edad jubilatoria por decreto.

En medio de llamados a más protestas y huelgas, la oposición urgió a Macron a cesar a su primera ministra Élisabeth Borne, a retirar su reforma o a someterla a consulta popular, mientras que su rival de ultraderecha Marine Le Pen reclamó incluso la disolución de la Cámara baja.

Sin embargo, ninguna de estas opciones están siendo barajadas por el Presidente, quien se reunió este martes con la premier Borne y otros integrantes del Gobierno, aliados de su coalición centrista y figuras del oficialismo, entre otros.

Macron dijo en los encuentros que no tenía intención de disolver la Asamblea Nacional, de remodelar el Gobierno o de someter su reforma a referendo para apaciguar las protestas, informó la agencia de noticias francesa AFP, que citó a un participante de los mismos al que no identificó.

A la espera de que el Consejo Constitucional resuelva los recursos presentados por la oposición contra la medida, lo que retrasa su promulgación, y la petición de una consulta popular, el jefe de Estado abogó por centrarse en el futuro y pidió a sus ministros "en un plazo máximo de dos a tres semanas" propuestas para "un cambio de método y de agenda de reformas" para "evitar encontrarse en un desafío a la legitimidad de un texto", agregó la AFP.

Los sindicatos anunciaron una huelga general en rechazo a la reforma.

Una victoria pírrica

La prensa local estimó que la victoria del Gobierno de Borne en las mociones votadas el lunes en la Cámara baja "sabe a derrota" en realidad, y el diario de izquierda Libération aseguró incluso que "sume al Gobierno en una crisis política", mientras que el rotativo de derecha Le Figaro se preguntó: "¿Y ahora qué puede hacer Emmanuel Macron?".

La adopción definitiva de la polémica iniciativa dio paso a una nueva fase de política de desgaste con un Gobierno impasible ante las acusaciones de la oposición de "represión" policial de los manifestantes.

"Su Gobierno se comporta como un Gobierno asediado", dijo en el hemiciclo la diputada ecologista Cyrielle Chatelain a la primera ministra, cuando sindicatos de abogados, magistrados y políticos de izquierda denunciaron violencia policial.

Borne defendió a las fuerzas de seguridad durante una tensa sesión en la Asamblea, aunque advirtió que estas "tiene un deber de ser ejemplares y son conscientes de ello".

Desde la adopción por decreto de la impopular reforma jubilatoria, "más de 1.200″ manifestaciones no declaradas, "a veces violentas", se produjeron en Francia, dijo el ministro de Interior, Gérald Darmanin, que cifró en 94 los efectivos policiales heridos.

El rechazo de las calles parece no detenerse, con nuevas manifestaciones este martes en París, convocadas por diversos gremios, según consignó el diario Le Monde.

La noche del lunes, 234 personas fueron detenidas en la capital en protestas contra la reforma, informó la cartera de Interior, mientras unas 60 más fueron arrestadas en el resto del país.

La situación también se tensó en la sureña Marsella, la segunda ciudad del país, donde se registraron incidentes entre huelguistas y fuerzas policiales en la refinería de Fos-sur-Mer, en la que las autoridades aplicaron una especie de conciliación obligatoria para garantizar el suministro de combustible en la región.

En protesta a la medida, un centenar de sindicalistas se concentraron frente a la planta "en apoyo" a sus compañeros forzados a garantizar un servicio mínimo y la Policía intervino lanzando granadas lacrimógenas y proyectiles para dispersarlos en un choque que dejó tres agentes heridos, según la prefectura de Policía.

"Este Gobierno está completamente perdido, fuera de sí, y golpea a los trabajadores. ¿Pero creen que los trabajadores lo dejarán pasar?", denunció el secretario regional de la Confederación General del Trabajo (CGT), Olivier Mateu, en diálogo con el canal Bfmtv.

En tanto, las acciones de protesta se multiplicaron a lo largo y ancho del territorio, con marchas en la sureña Montpellier y bloqueos de rutas en Nantes (oeste) y Lyon (sureste) -la tercera urbe más poblada del país-, donde también hubo piquetes en la principal estación ferroviaria, en una refinería y una central nuclear ubicadas en las cercanías.

En París, los recolectores de residuos decidieron extender hasta el lunes próximo una huelga que mantiene a la capital con unas 9.000 toneladas de basura en las calles.

En este contexto, Macron, que no ha tenido apariciones públicas en varios días, se reunirá este martes también con los presidentes de las dos cámaras del Parlamento, Asamblea Nacional y el Senado, y con figuras del oficialismo.

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El mandatario liberal, de 45 años y reelecto el año pasado, tiene previsto conceder una entrevista el miércoles a las cadenas de televisión privada TF1 y pública France 2, la víspera de viajar a Bruselas para una cumbre con los líderes de la Unión Europea (UE).

Será la primera vez que Macron hable en público desde que, la semana pasada, decidiera aprobar por decreto su reforma jubilatoria, que ya tenía media sanción del Senado, ante el temor de que fuera rechazada en la Asamblea Nacional, donde la votación se evitó gracias a que Borne invocó un artículo constitucional que da al presidente tal potestad.

Los sindicatos ya convocaron para el jueves, además, una novena jornada de manifestaciones y huelga general, en la estela de las ya celebradas desde mediados de enero. El 7 de marzo, se registró la más numerosa contra una reforma social en tres décadas, con casi 2 millones de personas en las calles, según la Policía. (Télam)

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