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“Vivo con miedo, no sé qué más hacer”: los impactantes audios de la mujer asesinada por su ex en Cañuelas

El 16 de marzo, María Isabel Speratti recibió cuatro balazos mientras llevaba a sus hijos al colegio. Ahora se conocieron mensajes en los que relataba el infierno que sufría y su lucha en vano por encontrar respuestas en la Justicia. “El femicidio era totalmente evitable”, dijo una de sus hermanas a TN.

“Mientras tenga vida, voy a pelear por justicia”, decía la víctima en los audios.
Actualizada: 23/03/2023 16:36
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El femicidio de María Isabel Speratti Aquino (40), la semana pasada en Cañuelas, expuso nuevamente la desprotección y vulnerabilidad que sufren muchas mujeres víctimas de violencia machista: ella, como tantas, había denunciado repetidamente a su ex y padre de los hijos de ambos, pero una y otra vez chocó contra la inacción de la Justicia.

La mañana del 16 de marzo, cuando salía de su casa para llevar a sus dos chicos al Colegio Don Bosco de Uribelarrea, Speratti fue interceptada por Gabriel Núñez (47), a bordo de un Volkswagen Suran gris. La mujer apenas alcanzó a gritarles a Joaquín Sacha (17) y Tao Valentino (13) que escaparan: en ese momento, el atacante sacó una pistola Bersa 380 9mm y abrió fuego. Disparó cuatro veces: las primeras tres fueron al cuerpo y, cuando la víctima se desplomó, la remató con un balazo en la cabeza.

En los días posteriores al femicidio surgieron detalles del calvario que padecía Speratti: un mensaje donde ella aseguraba que su ex había intentado asfixiarla, el pedido de restricción de acercamiento, el botón antipánico que nunca tuvo y su visita a la fiscalía un día antes de ser asesinada.

Ahora se conocieron audios donde la víctima cuenta su derrotero en busca de una ayuda que jamás llegó. Son mensajes a un grupo de WhatsApp que compartían mujeres que, como ella, sufrían violencia de género: una de sus integrantes recopiló esos mensajes y los difundió a través de las redes sociales. Son 11 minutos de un relato desolador.

Speratti había denunciado a Núñez por intentar asfixiarla.

Los audios con el desesperado pedido de ayuda de María Isabel Speratti: “Mientras tenga vida, voy a pelear por justicia”

“Hola, chicas, ¿cómo están? Tengo algunas novedades para contarles. Ayer me presenté a esta charla abierta que había acá en Cañuelas, en el Municipio, imaginándome que iba a estar toda la crema y nata del Municipio, de la Policía, de la Justicia. Retiré a mis hijos del colegio y me fui con ellos a la charla”, comienza Isabel su relato.

“Ya que iban a hablar sobre violencia de género, dije: ‘en algún momento voy a meter la cuchara y voy a decir que todo lo que hacen no es suficiente’. Y así fue”, continúa. “La charla era una teoría preciosa sobre las masculinidades, y medio que justificaba que los hombres son así porque se crían así. Todo muy lindo. Parecía el mundo ideal y básicamente todo era vómito de unicornio”.

Enseguida, Speratti cuenta su experiencia al narrar el infierno que vivía: “Les dije que yo no tengo Justicia, que soy sobreviviente de un intento de femicidio y vivo amenazada. Mi agresor nunca fue preso y ya no sé qué más hacer”.

La lucha de la mujer, entre otras cosas, era por un cambio en la carátula del ataque que había sufrido a manos de Núñez en julio de 2021. “Quiso asesinarme y la causa sigue como ‘lesiones leves’ en lugar de ‘tentativa de femicidio agravada por el vínculo’. La fiscalía tiene cero perspectiva de género. No van a cambiar la carátula, ya me lo dijeron”, continúa el relato.

“Desde que pasó (el primer intento de femicidio), iba una o dos veces por semana a la fiscalía. Ya era figurita repetida, me conocían de memoria. El número de expediente ni lo buscaban. Y nunca me dieron bolilla. Me subestimaron, me ningunearon”, referenciaba Speratti sobre la Fiscalía N°1 de Cañuelas, a cargo de Roberto Javier Berlingieri, que paradójicamente hoy se encarga de investigar el femicidio. Ante la consulta de TN sobre el historial de violencia padecido por la víctima, desde el despacho judicial respondieron: “Estamos trabajando en el caso y no podemos brindar ninguna información”.

En los audios, Speratti detallaba agresiones incluso desde el círculo familiar de Núñez. “Fui increpada por la hermana del violento, que también es violenta. La tengo filmada. Y anoche fue otra de las hermanas y una cuñada del progenitor de mis hijos a amenazar de muerte a mis hermanas. Les dijeron que les iban a quemar la casa con ellas adentro, que sabían todos sus movimientos, sus horarios, qué colectivo tomaban, que eran dos mujeres que vivían solas”, narró.

“Soporté 20 años de violencia psicológica y sexual y un intento de asesinato. Bajé 14 kilos en un mes. No podía comer ni dormir”, dice Speratti en otro de los audios. Menciona que la jueza Inés del Valle Rivarola (del Juzgado de Paz de Cañuelas) “les pidió a mis hijos, quienes habían presenciado el asesinato, que le dieran una nueva oportunidad al padre”, y concluye: “Mientras tenga vida, voy a pelear por justicia”.

Tenía 40 años y era mamá de dos adolescentes. Fue asesinada de cuatro disparos el 16 de marzo, en Cañuelas.

“El femicidio de mi hermana era totalmente evitable”

Rocío Speratti (31), quien vivió de cerca el interminable periplo de su hermana en busca de protección y justicia, cuenta que “fueron muchos años de agresiones psicológicas y sexuales” y que María Isabel tomó la decisión de separarse de Núñez tras aquel primer intento de femicidio.

“Esa vez mi hermana se salvó porque mi sobrino menor entró a la habitación y el más grande saltó el paredón del vecino y llamó a la Policía”, evoca.

Menciona que, en aquella ocasión, el imputado le pidió a la víctima que lo perdonara: “Le prometió que iba a cambiar, pero ya estaba planificando matarla. Es el manual del psicópata, incluso puertas afuera se mostraba amable y encantador con todo el mundo”.

María Isabel fue asesinada luego de años de buscar respuestas en vano por parte de la Justicia.

“Él (Núñez) siempre fue posesivo y celoso, pero en los últimos tiempos ya no la dejaba hacer nada. No le permitía salir a ningún lado y hasta llamó a los compañeros de feria de mi hermana (María Isabel era artesana y tenía un puesto en San Telmo) para pedirles que no se le acercaran”, describe.

Los hijos de María Isabel quedaron bajo la guarda de Rocío. “Hay una perimetral para que la familia de él no se acerque. Sus hermanas ya nos amenazaron y tengo mucho miedo por mis sobrinos”, dice, y agrega: “Ellos están como pueden. Yo voy a hacer todo lo posible para que estén bien y que mi hermana, aunque ya sea tarde, tenga la justicia que nunca tuvo”.

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