Crece la preocupación de los vecinos de los barrios San Antonio y ATE I por la inseguridad

Vecinos de los barrios San Antonio y ATE 1 de la ciudad de San Luis siguen preocupados por el avance de la inseguridad.

A pesar de las promesas de las autoridades, la realidad es que los hechos delictivos siguen ocurriendo.

Maximiliano, que vive en el San Antonio, afirmó a El Chorrillero que la presencia de los efectivos sobre todo ocurre en el día, pero en la noche “es muy poca” o directamente “no existe”.

“Si los llamás, hacen recorrido, pero luego desaparecen”, planteó.

Días atrás por la tarde, los vecinos se reunieron con autoridades de la Comisaría 6º, que tiene jurisdicción en la zona, quienes se comprometieron a reforzar la seguridad. Incluso, instalaron una garita policial en la intersección de las calles Falucho y Martin Güemes.

Sin embargo, la realidad es que los delitos continúan. Anoche, delincuentes intentaron abrir un vehículo que estaba estacionado en la “Peatonal 1”, pero escaparon cuando un vecino se dio cuenta de lo que pretendían.

Además, esta mañana, un ladrón apedreó a una perra que estaba en el patio de una casa para entrar a robar pero los habitantes de la barriada lo impidieron.

Maximiliano, dijo que el mismo día de la reunión, por la noche, “no se vio presencia de móviles ni efectivos”.

Los vecinos están comunicado por grupos de WhatsApp. También, optan por no dejar tanto tiempo sus propiedades solas, porque es cuando los delincuentes aprovechan a desvalijarlas.

Asimismo, los que viven en el San Antonio, por Falucho entre el pasaje que lleva el mismo nombre del barrio hasta avenida Ejército de los Andes, compraron tres alarmas vecinales. Esto lo hicieron porque se cansaron de pedir ayuda a las autoridades y no tuvieron respuestas.

El mayor nivel de preocupación se generó cuando semanas atrás hubo un tiroteo en la calle 25 de Agosto casi Falucho. Todo quedó grabado por una cámara de seguridad de un domicilio. Sospechan que todo se originó por una discusión entre dos bandas.

Los delincuentes, según describen los vecinos, se movilizan en motos, autos o caminando por los barrios y en la mayoría de los casos están armados. Se manejan con total impunidad.