El doloroso testimonio de una joven que perdió a su bebé suplicando una cesárea en la Maternidad provincial
Verónica Herrera Sombra relató el infierno que vivió cuando recurrió al centro de salud para dar a luz. Describió que estuvo casi una semana internada con dolores, y cuando rompió bolsa le dieron una pastilla para calmar las contracciones. A la mañana siguiente, el pequeño no tenía signos vitales.
El Chorrillero se comunicó ayer con el jefe de la oficina de prensa del ministerio de Salud, Cristian Piani para consultarle si el organismo se iba pronunciar sobre el caso. Al momento de esta publicación no hubo respuesta oficial.
“Otra noche más sin poder dormir de tanto llorar”, de esa manera Verónica Herrera Sombra comenzó a escribir cómo el sueño de ser mamá se convirtió en una pesadilla. El escenario donde todo ocurrió fue la Maternidad provincial “Teresita Baigorria”.
A lo largo de varias líneas, detalló una internación de varios días, dolores, súplicas para ser sometida a una cesárea, llanto y un trágico desenlace: su bebé, a quien llamaría Lautaro Benjamín, murió.
Fue casi una semana que la joven transcurrió hospitalizada. Ingresó cuando cursaba la semana 37 de embarazo y el pequeño ya pesaba 4,680 kilos.
“No tuvieron corazón por una parturienta con dolor que sufría por una cesárea, la necesitaba”, expresó en relación al pedido de ser sometida a una intervención y no esperar el nacimiento por parto natural.
Se detuvo en el 15 de marzo, cuando a las 3 de la madrugada rompió bolsa. Dijo que no supieron cómo ayudarla y le dieron apósito y una pastilla para el dolor.
“Esperé con contracciones y llantos de dolor hasta las 8 esperando el monitoreo de todas las mañanas con la esperanza de sentir su corazoncito”, continuó.
Pero fue entonces que todo se volvió oscuro: “Llegó la enfermera y le expliqué que rompí bolsa en la madrugada. De urgencia fui a ecografía y el bebé había fallecido, después de a ver sufrido tantas horas”.
“Estoy tan enojada con la vida. ¡Que injusto todo esto! Pero hay un Dios que todo lo ve. Y yo no voy a dejar esto así”, expresó Herrera Sombra.
“Ninguna supo darme una explicación, ni la directora del hospital. Después de haberles rogado días y días. Les lloré por una cesárea. Sufrí como una condenada”, insistió.
Ya en el tramo final de la publicación, la joven le dejó un mensaje colmado de dolor a su bebé: “Mi vida, hijo te pido perdón. Quiero que descanses en paz. Todos los días pienso en lo lindo que sería tenerte conmigo. Te esperé con tantas ansias por tanto tiempo”.
“El día 15/03/23 me tocó a mí. Mañana quien sabe. Procuremos que esta negligencia no la padezca otra mamá porque ninguna se lo merece”, cerró.