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La sequía, el granizo y las heladas provocarán fuertes pérdidas en la campaña estival de San Luis

En maíz, un 39% de la superficie se encuentra dañada, mientras que en soja ese número se acerca al 35%. Todo en un contexto de nula ayuda de parte de la provincia y de la Nación, que se niega a dejar de cobrar los derechos de exportación o al menos bajar la presión impositiva.

Foto gentileza.
Actualizada: 01/04/2023 03:47
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La campaña agrícola en San Luis arrojará grandes pérdidas para los productores debido a la sequía persistente y a la helada muy temprana que cayó el 18 de febrero, cuando los cultivos todavía estaban definiendo su desarrollo. Si bien enero fue un mes con lluvias dentro de los promedios históricos, los atrasos en la siembra debido a la falta de agua en el perfil del suelo durante noviembre y diciembre, algunos eventos de granizo en varias regiones de la provincia y la helada torcieron los números, que serán muy negativos.

Según un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba, en base a relevamientos de ingenieros agrónomos y productores puntanos, en maíz el 39% del área destinada a grano (535.700 hectáreas) estaría perdida debido al granizo y las heladas. A la soja no le fue mucho mejor, la producción que no se va a poder cosechar se acerca al 35% de las 159.500 hectáreas sembradas.

En cuanto al maní, las 21.100 hectáreas esperadas se mantienen en pie, con algunos daños menores que de todas maneras van a desembocar en pérdidas de rinde; mientras que el girasol alcanzaría una producción de 108.000 toneladas, un 19% menos que en la campaña pasada, cuando este cultivo recuperó terreno en todo San Luis. Finalmente el sorgo, que se expandió en una superficie de 27.400 hectáreas, tendrá en un 65% destino forrajero.

Maíz

El maíz siempre fue el cultivo más fuerte de la provincia. La posibilidad que tienen los productores de comercializarlo a corta distancia en plantas como Diaser o Glucovil lo pusieron al tope de las preferencias, porque además la soja tiene retenciones más altas y hay que llevarla a Rosario, con el consiguiente gasto de flete. Por eso en esta campaña había vuelto a crecer un 4% la superficie sembrada respecto al año pasado, y un 30% comparado con el promedio histórico.

Además aquí, por cuestiones climáticas, se siembra tarde, entrado diciembre. El 75% del total arrancó en esas fechas, buscando evitar las heladas tardías y como una forma de hacer un planteo defensivo en el semiárido. Pero de todas maneras, los productores no pudieron evitar las inclemencias del tiempo: sequía, calor extremo, granizo, heladas tempranas.

Teniendo en cuenta que un 20 % del área se sembró con destino de picado, la superficie cosechable superaría levemente las 262 mil hectáreas. El maíz temprano se encontraba a principios de marzo atravesando sus últimos estadios, con un 30 % de los lotes ya en madurez fisiológica. El maíz tardío, por otra parte, presenta más del 60 % de los lotes en periodo crítico, momento en que se define el rendimiento. El cultivo se encuentra fuertemente afectado por las condiciones meteorológicas, con casi el 50 % de la superficie evidenciando un estado general entre regular y malo, por lo que será imposible evitar las consecuencias en los rindes.

Foto gentileza

Soja  

A diferencia del maíz, la soja sufrió un retroceso. Se sembró un 12% menos que en la campaña pasada y un 27% por debajo del promedio histórico. El 36% de las casi 160 mil hectáreas, corresponde a soja temprana, mientras que el 64% restante se sembró después del 15 de noviembre.

Los dos tipos de soja se encuentran en distintos momentos del período crítico, aunque la temprana ya está casi en el final. Los relevamientos marcaron graves daños debido al clima, con un 50% del área entre regular y malo. La caída en los rindes será importante, con granos bajos en peso y número.

Maní

El maní experimentó un crecimiento en el área sembrada del 8% en la comparación interanual y de un 13% respecto de los valores históricos registrados entre 2017 y 2021. El cultivo se vio menos afectado por las condiciones climáticas, encontrándose un 62 % en condiciones buenas y muy buenas. Si bien hasta el momento no se ha reportado área perdida, los colaboradores informaron que las heladas y la falta de agua traerían consecuencias en el rendimiento.

Sorgo

El sorgo retrocedió levemente. Un 3% respecto a la campaña pasada y un 9% ante el promedio de los últimos dos años. De las 27.400 hectáreas sembradas, 17.700 se destinaron a la variedad forrajera y 6.300 son de sorgo para cosecha. El resto se consideran lotes perdidos por distintas razones relacionadas al clima.

Más del 90% de las 27.400 hectáreas sembradas de sorgo se encuentran en el periodo de definición de rendimiento. En ese sentido, es de esperarse una baja en los rindes, ya que más del 45% de los lotes tiene un estado general entre regular y malo. Por otra parte, el 35% de la superficie destinada a grano se perdió, debido a las heladas y a la falta de agua que afectó al cultivo desde los inicios del ciclo.

Foto gentileza.

Girasol

Finalmente el girasol, que viene remontando la superficie ocupada debido a su resistencia a los rigores del verano y los buenos precios locales e internacionales para el aceite, registró 90.700 hectáreas sembradas, con  una suba del 16% interanual y un 51% sobre el promedio de las últimas campañas.

El problema es que sólo se van a cosechar 73.800, el 19% restante está perdido. El rinde promedio la bolsa cordobesa lo estableció en 14,6 quintales por hectárea, muy por debajo (-20%) de lo que dio el año pasado. San Luis registró 108 mil toneladas producidas, un 19% menos que en la campaña 2021/22.

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