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Historias de San Luis: un nuevo capítulo de bares y boliches

Ya estamos en el capítulo 3 de este revisionismo de nombres de boliches y bares de San Luis.
Gracias a los aportes que sigo recibiendo.

por Nino Romero

elchorrillero.com

Actualizada: 01/04/2023 22:58

Estuvieron casi todos de acuerdo en que el primer boliche gay o para personas trans no fue ni Black Rose en la peatonal o La Boheme en el Puente Blanco sino Tiziano en proximidades de la actual Terminal de Ómnibus.

También hubo coincidencia en que se comía como los dioses en La Cantina de Cacho, de Cacho Alonso, pero antes allí funcionó un boliche bailable.

Precisamente en calle San Martín entre Pedernera y Lavalle. Ahora ese gran espacio del restaurante está dividido en varios locales.

Y ese boliche para algunos se llamó Bardoo y para otros Badoo, o sea casi lo mismo pero sin la "r" intermedia.

En calle Junín, entre Mitre y Chacabuco, estaba Python Bar.

La mítica "Fábrica Mega Disco" en la actual avenida Juan Gilberto Funes antes de Río Bamba.

Para todos era "La Fábrica" , nada de Mega Disco u otros agregados.

No nos olvidemos de Kaliboo, un after hour cercano a Electro 2 en la avenida Illia.

El Palace Hotel (actualmente cerrado) en la calle Rivadavia, metros antes de Pringles también tuvo lo suyo.

No era peatonal en la época de sus espectáculos. Extraordinarias presentaciones en la confitería del primer piso como en el restaurante de planta baja.

La inauguración del restaurante, tuvo un espectáculo de lujo en la inauguración.

La Mendoza Hot Jazz Band brindó un memorable recital ese día.

Para la época era un lujo y un acontecimiento, ya que la banda era considerada una de las mejores del país en el rubro y primera vez que visitaba San Luis.

Hubo épocas de "o sos de Los Playeros o sos de Los Borelli". Una grieta musical.

Esto no significa desmerecer a los grupos de música popular que tocaban en la década del 70 y 80, pero hacían mucho ruido estas dos bandas con un importante aparato de difusión montado en épocas sin redes sociales.

Cada uno trató de tener un salón fijo para actuar.

Los Playeros en el Club Pringles y después en la avenida Lafinur, donde ahora están instaladas las oficinas de un correo privado.

Los Borelli en la Disco Show. También en la avenida Lafinur, entre Pringles y Junín.

En la década del 70 fueron furor confitería Augustus, que funcionaba en la planta alta de lo que era el cine Roma, en calle Rivadavia entre Lavalle y Pedernera (actualmente un templo evangélico), y el restaurante y bar Jims o Jim’s, situado en la peatonal Rivadavia entre Belgrano y Pringles.

Pizzería Las Vegas en la calle San Martín frente a la Plaza Pringles. ¡Qué lugarazo!

Al entrar te daban un ticket en blanco con todos los menúes y bebidas ya impresos.

A medida que consumías, iban marcando los casilleros, y eso se sumaba a la salida para abonar la cuenta.

Gran barra y mesas con taburetes altos.

Y para el gran final de hoy recordemos a La City en Juana Koslay.

Un lugar que tuvo muchas idas y venidas con la justicia, pero que siempre estaba lleno.

Esos temas de clausuras eran generalmente porque se encontraban a veces sustancias de venta prohibida.

Era un éxito. Tuvo una época de esplendor que fue decayendo, lo que provocó que su público buscara otros rumbos y lugares.

Por supuesto que no olvidamos a Blue Notte, pero quedará para el capítulo 4 el próximo domingo.

No se olviden de las ayudas a romeronino@gmail.com

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