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Alberto Rodríguez Saá, el gobernador de la pobreza

Desde que el gobernador inició el segundo ciclo todos los días repite el mismo cuento y camina los últimos meses en la cima del poder con la única preocupación, para alimentar su ego, de que los sanluiseños imaginen después del 10 de diciembre que vivimos en un paraíso.

Foto ANSL.
Actualizada: 09/04/2023 00:56
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La idea de que un gobernador puede adueñarse del Estado y utilizarlo para su interés personal. Desde el sospechado y obsceno uso de fondos públicos hasta someter a los ciudadanos que dependen del presupuesto porque cobran un plan social. Desde la pauta publicitaria hasta el nombramiento de adlátares como magistrados. Desde el disciplinamiento de medios periodísticos hasta fiscales militantes que miran para otro lado frente a los chanchullos. Desde las prebendas hasta los negocios. Desde los fondos reservados hasta los vuelos privados. Desde usar el erario para fidelizar al votante transformándolo en un cliente adicto hasta las caprichosas obras faraónicas y festivales multimillonarios. Todo pagado con fondos públicos. Todo. Un paraíso artificial. Desesperanza. Funcionarios ricos.

Y, por encima de todo, el dogma de que todo lo que dice es una verdad irrefutable.

Eso y mucho más es la herencia que dejará Alberto Rodríguez Saá cuando concluya el mandato dentro de 254 días.

Al final, este Gobierno rodriguezaísta creó una casta. Las oportunidades del trasvasamiento generacional fueron aprovechadas por un puñado de jóvenes, amigos de ocasión del hijo ministro de Obras Públicas, devenidos en funcionarios ricos, mientras decenas de chicos que se ganaron una beca por mérito propio para asegurarse el derecho de formarse en una universidad se quedaron sin la chance de recibir el estímulo del Estado.

Convirtió a San Luis en una fábrica de pobres.

Desvalorizó la cultura del trabajo.

Desprestigió la cultura del mérito.

El problema es la ruina que deja.

Cómo ningún gobernador antes, Alberto Rodríguez Saá contó en los últimos años con una masa monumental de recursos que resultaron despilfarrados a la luz de los indicadores. En 2021 se formalizó el pago de la deuda de la Nación a la Provincia por $26.800 millones.

Con todo, el Gobierno registró déficit y deja una extraordinaria deuda social.

Los tres poderes del Estado se encuentran atados de pies y manos, reducidos a un funcionamiento mínimo: el Ejecutivo, porque la conducción y los funcionarios no son propensos al trabajo, carecen del espíritu de servidores públicos; el Legislativo, porque es una escribanía, y el Judicial, porque está colonizado por el Ejecutivo.

Al drama de la pobreza que atraviesa la infancia y la adolescencia, se le superpone ahora el acoso de la inseguridad y el narcotráfico.

Rodríguez Saá se va como un caudillo feudal sin poder cumplir el sueño de gobernante de entregar la banda y bastón de mando como un estadista.

El caudillo llegó al Palacio Legislativo con un relato, al que le dio tono épico, para exculparse y le sea útil para seguir manejando el poder desde las sombras.

El último manotazo desesperado fue la recreación del sistema de Lemas, que es el preferido por gobernantes con rasgos feudales.

Es prisionero del poder que le garantiza impunidad.

Rompió el puente con la realidad y las consecuencias están la vista: un tejido social desgarrado.

La negligencia de la gestión rodriguezaísta hace sufrir cada día a más personas que se hunden en la indigencia.

Eliminó la división de poderes, avanzó sobre la prensa independiente y sobre los derechos individuales, y desmanteló los organismos de control.

La herencia puede ser más dañina si prolonga la estadía en el poder.

En Terrazas del Portezuelo está enquistada una oligarquía estatal que quiere seguir atornillada.

No hay que dejarse engañar.

Por qué Alberto Rodríguez Saá fue el peor gobernador de los últimos 40 años

| Pobreza récord: la desigualdad y el hambre son un signo de la época.

-Dato: el 45,2% de los puntanos eran pobres al finalizar el 2022, según el Indec. Es decir, casi la mitad de los habitantes vive en condiciones de serias limitaciones.

De todos modos, es una foto vieja que empeorará cuando se difundan los números de la primera mitad del corriente año. Hoy ese porcentaje ya es superior.

-Dato: el 64,4% de los chicos puntanos de entre 0 y 17 años están en la pobreza, de acuerdo a los datos que se desprenden de la Encuesta Permanente de Hogares.

Datos:

En los últimos cuatro años y medio la pobreza creció un 152%.

En los últimos cuatro años y medio la indigencia subió un 165%

En el Gran San Luis viven 110.405 pobres.

En el Gran San Luis viven 12.994 indigentes.

San Luis es la segunda provincia donde más creció la pobreza en Argentina.

| La droga

La ausencia de vocación política para atacar el flagelo atraviesa la provincia. La droga circula sin freno en ciudades y parajes mientras autoridades y funcionarios con competencias están (o se hacen los) distraídos.

Un ministro de Seguridad dijo suelto de cuerpo 50 días antes de que la aceptan la renuncia que “todos sabemos dónde se vende droga en los barrios de San Luis”.

Ni antes ni después hubo un golpe contra estos mercaderes de la muerte.

| Inseguridad

En estos años la sociedad ha sido testigo de cómo se cometen delitos con una inusitada violencia que ha llevado a que los puntanos vivan con miedo.

Se le quitó autoridad a la Policía para convertirla en ariete del poder político sin poder real de fuerza para combatir el delito.

Ni el gobernador, ni ninguno de sus funcionarios le han pedido perdón mirando a los ojos a los familiares de Guadalupe por la negligencia del Gobierno. Antepusieron la soberbia. Se van cumplir dos años de la desaparición de la nena.

| Desocupación

La tasa de desempleo es del 2,4%. Pero, lamentablemente, buena parte del mérito se lo lleva el Plan de Inclusión, usada por su creador como una herramienta política-electoral.

Traducido, de no computarse a los beneficiarios que, a pesar de percibir $52026, buscan trabajo (porque ese dinero no les alcanza y porque están subocupados), el índice sería mucho mayor.

Y si se excluyera a los beneficiarios de todos los planes, la tasa se dispararía mucho más.

Sin la magia de los programas del Estado la situación reflejada por la encuesta del Indec resultaría aún más grave.

Además es probable que el aumento de asalariados en el sector público no sólo responda a razones de simpatía política y premio a la militancia partidaria, sino también a una forma de camuflar el desempleo en la provincia y los municipios.

Dato: desde que reasumió en 2015 hizo subir el empleo público un 51,7% e hizo caer el empleo privado en un 6,5%. De 30.105 pasaron a 45.682 en diciembre.  Ahora acaban de ingresar 4.600 personas.

Dato: hay 45 mil beneficiarios de planes sociales de la Provincia (PIS, 22-AG, etc)

Dato: beneficios sociales a cargo de Nación

43801 Asignaciones Familiares Contributivas (AAFF)

45979 Asignaciones Universales por Hijo

24412 Becas Progresar

101.129 beneficios previsionales (jubilaciones, pensiones y pensiones no contributivas)

Dato: Los Estados Nacional y provincial pagan en forma mensual más de 305 mil beneficios.

| Justicia colonizada

Cortesanos actúan como comisarios políticos para ejercer el control del aparato judicial junto a jueces y fiscales militantes que jamás firmaron una acción penal para investigar a un funcionario público o amigo del poder.

El Gobierno se ha movido con una total inmunidad en su afán de designar jueces afines al gobernador y su hijo, que le sean favorables a sus dictados.

Una justicia independiente y un periodismo responsable del rol que le corresponden aseguran los principios básicos de la democracia.

| Déficit, despilfarro y corrupción

Otro signo de este ciclo ha sido el descontrolado gasto público improductivo que no tuvo un correlato en programas y prestaciones.

La obscenidad se observa en recursos públicos que se esfumaron por los ductos del aparato y fueron a parar a los bolsillos de la corrupción.

San Luis fue la única provincia que cerró el 2022 con déficit fiscal.

De los últimos siete años, cuatro cerraron con los números en rojo.

| Funcionarios ricos

El enriquecimiento de la elite de jóvenes que se regosija y pasea impunemente por los pasillos de la Casa de Gobierno es de un caradurismo sin límites, mientras las clases media y baja experimentan las consecuencias del fracaso del modelo albertista.

La curva del deterioro de la educación y la calidad institucional ponen también en un primer plano la trayectoria histórica de Rodríguez Saá. El retroceso impacta sobre el presente y el futuro.

El gobernador que asuma el 10 de diciembre, lejos de encontrar un jardín de rosas, hallará un territorio minado con bombas de tiempo.

Rodríguez Saá rompió la provincia en mil pedazos.

Las fotos de Rodríguez Saá aislado y la de su modelo político quebrado se entienden de una sola manera: asistimos al final de un ciclo.

Alberto Rodríguez Saá, el gobernador de la pobreza.

 

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