Celeste Morales a tres años de la muerte de su hermana: “Siempre buscaron encubrir todo”
En un nuevo aniversario del caso, la mujer volvió a exigir justicia y fue dura con el proceso investigativo. Señaló que “fue comprobado que la mataron” y que no bajarán los brazos.
Este 5 de abril se cumplen tres años de la muerte de Florencia Magalí Morales, de 39 años, en un calabozo de la Comisaría de Santa Rosa del Conlara en plena cuarentena estricta.
Con la investigación prácticamente paralizada y la lentitud de la Justicia, la hermana de la joven madre, Celeste Morales habló de cómo se encuentra la familia en medio del doloroso recuerdo.
“Tratamos de llevar el día a día de la mejor manera. Como se puede. Nos mantiene de pie el sentido de lucha para que el caso no quede impune”, sostuvo en declaraciones a El Chorrillero.
El informe preliminar policial reportó que se trató de un “suicidio”, sin embargo, la familia nunca creyó esa versión. Sostuvieron que fue un femicidio y responsabilizan a los efectivos que estaban de turno.
Las pericias de parte arrojaron que fue “estrangulada” y un informe de la necropsia indicaba que presentaba “lesiones compatibles con la autodefensa”.
Durante todo este tiempo Celeste fue muy crítica del proceso judicial que llevó adelante el juez de Instrucción, Jorge Pinto y, sobre todo, la actuación del forense Gustavo Lafourcade.
Celeste Morales.
“Evidentemente querían encubrir todo. Se comprobó que la mataron. Todavía no cambian la carátula de ‘averiguación de muerte’ (junto a sus abogados solicitaron que sea ‘torturas y lesiones seguida de muerte’). No entiendo cómo Lafourcade sigue trabajando. Fue incompleta la autopsia, que la hizo peor que un pibe de primero de medicina”, sostuvo.
Hoy el caso se encuentra casi frenado. Un rechazo del Superior Tribunal de Justicia ante un pedido de nulidad por parte de los abogados de los policías involucrados podría hacer mover el expediente.
Además, hay cuatro efectivos apuntados y, aunque están fuera de la fuerza, nunca fueron detenidos por la responsabilidad en la muerte de Morales.
Los hijos de la mujer tienen 14 y 10 años y su nieta 6. Todos viven con Celeste en Mendoza y asisten al colegio todos los días. Pese a los intentos, recibieron muy pocas sesiones de terapia en el último tiempo.
“Los nenes se enteraron un año y medio después, tratamos que no le llegara información, fue en tiempos de pandemia, favoreció para encontrarle una vuelta a cómo podríamos explicarles. Ellos lo llevan bien, pero pasaron tres años y hay muchas cosas que uno se cansa”, aseveró.
En este sentido hizo hincapié en que Pinto hizo su trabajo “realmente mal diciendo que habían cometido delitos menores” y que gran parte de la demora “se debe a las trabas que imponen los abogados defensores”.
“Nos da bronca, ellos tienen más derecho que uno, ellos mataron a una persona. Acá hay una persona muerta, hay involucrados, apuntados por matar a mi hermana, no puede ser que tengan más derechos”, agregó.
Así trajo a colación otros casos de San Luis en que los interrogantes cumplen un rol clave. Mencionó a causas como la de Alejandro Ochoa: “Como puede ser que pasaron dos años y no hay detenidos, nadie se mueve”.
“Cómo puede ser que se pierda Guadalupe. Con Marilyn Cejas sucede lo mismo, cuántas veces abrieron y cerraron la causa, cómo sigue libre su asesino. ¿Por qué este ensañamiento con las familias por parte de la Justicia?, manifestó.
Su deseo es que el caso prospere y “marque precedente” para que “no haya otra Florencia Morales en San Luis ni en el país”.
“Todo nos duele, pero hay que pelearla ¿pesa mucho? Sí, pero hay que insistir. Aunque sea un mínimo puede cambiar un montón. Si no hubiera sido por la movida de todos, las autoconvocados, los medios, todos, quizás nada hubiera avanzado”, destacó.