En medio de reclamos a la Municipalidad, crece la preocupación por la aparición de serpientes en los barrios Barrancas Coloradas y Pinar del Norte
Los vecinos insisten en la necesidad de que la intendencia trabaje en el sector porque las consecuencias son cada vez peores.
“Tenía la víbora adentro de mi casa, que andá a saber hace cuántos días la tenía, porque como estuvo frío no abrí. Además, no abro porque se llena de bichos, de mosquitos (que está minado), y eso también creo que es porque no están fumigando como lo hacían habitualmente”, reclamó Rocío en diálogo con El Chorrillero.
La vecina del barrio Barrancas Coloradas, al norte de la ciudad de San Luis, remarcó que en los cuatro años que lleva en el complejo, nunca le pasó de “tener tantos bichos y serpientes, jamás”.
Los residentes aseguran que esto se debe a la falta de desmalezado, de fumigación y por los terrenos abandonados.
Cabe mencionar que este susto que se llevó la mujer de 35 años va de la mano con el reclamo realizado días atrás por los vecinos, quienes se reunieron en la entrada del barrio para pedir por los servicios a la Municipalidad capitalina.
Con respecto a la serpiente, Rocío relató que, tras encontrarla, pidió ayuda y un vecino llegó a auxiliarla. Este hombre también le contó que había encontrado, no una, sino dos iguales en su casa.
Según contó a este medio el guarda ambiental Fernando Leguizamón, se trataba de lo que comúnmente se llama una “falsa yarará”, una culebra sapera (las culebras no son venenosas y, en este caso, se alimenta de sapos).
Serpientes encontradas en los barrios del norte de la ciudad de San Luis.
Serpientes encontradas en los barrios del norte de la ciudad de San Luis.
Además, un vecino de Pinar del Norte, vecindario pegado al Barrancas Coloradas, también denunció a El Chorrillero la aparición de serpientes en su casa y alrededores.
Al respecto, pronunció: “Hemos pedido a la Municipalidad que multe a los vecinos que tienen los lotes sin limpiar, pero no hacen nada. Nosotros tenemos hijos y mascotas, y hemos encontrado eso (una “falsa coral” y una Yarará) más una “cascabel” en dos semanas”.
Esta situación, según relató José Luis Giunta, se repite en todas las casas de la vecindad. “A cualquiera que le pregunten, va a decirles lo mismo”, añadió.
El descuido y la falta de obras por parte del municipio en barrios aledaños
“En los años que yo viví acá, nunca hubo mosquitos. Hoy está lleno, y también de moscas y hormigas”, relató Rocío.
“No sé si es algo que se soluciona fumigando, pero cortando el pasto seguro. Antes, al menos yo, notaba que se cortaba más seguido y que fumigaban. Y se han dejado de hacer esas cosas”, comentó.