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En San Luis cerraron tres estaciones de servicio “blancas”

Las razones hay que encontrarlas en la baja rentabilidad por los precios de los combustibles, los costos, la inflación, los cupos en las ventas y la sequía.

foto amrcos verdullo
Cerraron tres estaciones en San Luis.
Actualizada: 09/04/2023 23:42
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La rentabilidad de las estaciones de servicio “blancas”, es decir, aquellas que no tienen el nombre de una petrolera, cada día se vuelve más compleja. Pese a los constantes aumentos en el precio de las naftas y el crecimiento del parque automotor, durante el 2022 cerraron múltiples empresas.

Según datos de la secretaría de Energía de la Nación, en el último año cerraron 45 estaciones de este segmento del mercado a nivel país y tres se localizaron en San Luis.

La resolución 1102 de esa cartera, da cuenta que en 15 provincias cayó la cantidad de bocas de expendio. La mayor pérdida se registró en la Provincia de Buenos Aires, donde se dieron de baja 19.

Entre Ríos, Formosa y Neuquén vieron cinco bocas cada una que bajaron las persianas . En La Pampa cerraron tres y en Misiones dos. En tanto, hubo tres distritos donde se abrieron nuevas compañías: en Catamarca se sumaron cuatro, en Santa Fe dos y en Santiago del Estero otras cinco.

Ahora ¿cuáles son las razones que explican el panorama? En declaraciones a Clarín, el gerente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), Guillermo Lego, esbozó sobre el tema.

Dijo que, en términos generales, lo que más impacta son que los ingresos están prácticamente “sujetados” y que, los costos ajustados por la inflación, entre ellos el salarial, actualizados a través de paritarias, “hacen muy complicado el mantenimiento operativo y económico de las estaciones de servicio”.

“En particular, aquellas ‘blancas’ que dependen de un proveedor mayorista”, señaló y añadió que, más allá de la cifra informada por el Gobierno, los cierres “pueden ser más y que aún no fueron informados"

Para Lego, la estación tiene dos condicionantes. La primera, es el precio de compra de los combustibles generalmente por encima de los precios con que puede adquirir las estaciones de servicio de bandera.

La segunda, es que los volúmenes con que pueden abastecerse sufren constantemente limitaciones, ya que las empresas petroleras destinan su producción a abastecer a las bocas de expendio de la marca y luego a los distribuidores mayoristas que alimentan a las blancas.

Por último, hay que contabilizar la incidencia del movimiento agroindustrial. "Generalmente las estaciones blancas proveen a la maquinaria del campo pero hoy debido a los trastornos de la sequía, sus ventas se ven seriamente restringidas”, sostuvo.

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