A dos cuadras de donde desapareció Guadalupe, los vecinos viven cada vez más preocupados por la inseguridad
Cansados de los robos, de la oscuridad y de escuchar disparos en distintos horarios, los habitantes del barrio 110 viviendas se comunicaron con este medio para dar conocer el clima de incertidumbre que viven.
En los últimos días se dio a conocer el robo de un carro que le sirve de trabajo a una familia que se dedica a la colocación de castillos inflables y juegos infantiles. Los malvivientes ingresaron al patio de la vivienda situada en la calle Juan Molina, esquina Gervasio Escudero.
Luego, a una vecina se le quisieron meter a la casa haciéndose pasar por policías. En las últimas noches, se escucharon más de 20 disparos.
“Lo que estamos viviendo es lo más parecido a Rosario”, subrayó Emmanuel en declaraciones a El Chorrillero.
Mencionó también que la zona, a dos cuadras del barrio 544 viviendas sur considerado zona cero tras la desaparición de Guadalupe Lucero, es tierra de nadie y que desde el 14 de junio del 2021 la seguridad de la provincia “no ha hecho absolutamente nada para que la zona sea más segura”.
Los vecinos del Barrio 110 viviendas aseguran que no hay luminarias en buenas condiciones, las noches las pasan a oscuras y se puede observar como circula gente que no son del barrio y que tienen que ver con el consumo de droga en los menores que se reúnen en las esquinas a consumir.
También acusaron que en las últimas noches vieron a un malviviente caminar por las calles con aproximadamente 30 metros de cables a cuesta.
Por su parte, Brandan mencionó que desde la Comisaría 3° un efectivo le envió el nombre de quienes son las personas que se dedican a delinquir y provocar daños en el barrio, pero “no pueden hacer nada porque recuperan la libertad a las horas y es pérdida de tiempo”.
Por tal motivo, se reunieron este miércoles y llegaron a la conclusión de que tendrán que enviar una nota al ministerio de Seguridad.