Marcos Becerra, el vecino del Barrio Las Mirandas que cumplió 102 años
Goza de buena salud, disfruta del fútbol y le gusta el fernet.
Por Sonia Schoenaker
Marcos Becerra cumplió 102 años el 25 de abril. Nació en 1921 en Saladillo y se crió en el campo junto a sus padres y hermanos.
En su juventud se trasladó a la ciudad de Villa Mercedes y compró un terreno en el Barrio Las Mirandas, donde todavía habita.
En esa época conoció a Ramona Pizarro, quien fue su mujer por 60 años. Fruto de ese amor nacieron Ramón y Elda.
Becerra dedicó su vida a la albañilería. “Siempre trabajé por cuenta mía”, contó con su ya débil voz a El Chorrillero que lo visitó en su casa. Cuando se jubiló, dedicó su tiempo a estar con su familia. A los 90 años quedó viudo y al cuidado de sus hijos.
En 2020 venció el coronavirus. “Él gracias a Dios salió super bien, no le quedó ninguna secuela, salió bárbaro”, comentó su hija. “Salió porque es una persona muy sana, no tiene problemas de nada”, continuó.
En el año 2021 llegó a los 100 años. Los festejos fueron escasos y cuidados debido a las medidas que se tomaron por la pandemia.
Actualmente quien se ocupa de todos los cuidados de Marcos es Elda, su hija menor. “Estoy continuamente con él. Vivo cruzando el patio y vengo a cada rato”, expuso.
Hasta el momento Marcos no toma ninguna medicación y goza de buena salud. Para movilizarse utiliza de apoyo un caminador porque a veces siente dolor en las piernas.
El único problema que atraviesa es la pérdida de audición. Hay que hablarle pausadamente para que pueda entender y responder con la tranquilidad que lo caracteriza.
Todos los días sigue estrictamente una rutina. Elda se encarga de levantarlo por las mañanas y acompañarlo el resto del día. Toma el desayuno temprano y se vuelve a recostar “porque no aguanta toda la mañana levantado”.
Cerca de las 11 toma un yogur y espera ansioso que se haga la 1 de la tarde para almorzar. “Los horarios son estrictos acá, él los pone. Él come de todo, no se hace drama. No tiene problema de nada a esta altura de la vida”, dijo.
Luego de almorzar duerme la “sagrada” siesta. Su pasatiempo favorito es mirar televisión. Todos los mediodías mira sentado en la cocina un capítulo de El Zorro. Es fanático del fútbol y loco por River.
“Mira todos los partidos”, aseguró Lorena, una de sus nietas. “Cuando estaba el mundial se sabía todo”, añadió.
De vez en cuando Don Becerra disfruta de tomar un vaso de fernet, pero aclaró que a lo largo de la vida no consumió alcohol ni tabaco: “No tomé nunca en la vida, por eso es que me conservo con los años. Nunca fumé cigarrillos”.
Hace unos años adoptó una perra, “La Flaca”. Según cuenta su familia “lo sigue para todos lados”. “Si papi está en el dormitorio, ella está allá; si está comiendo está acá con él”, contaron.
Hace un año falleció su hijo Ramón. Es por eso que para este cumpleaños los familiares decidieron realizar un festejo tranquilo. Por la mañana pasaron a visitarlo sus hermanos Dora y Alberto y por la tarde esperó a sus nietos y bisnietos.
Fotos: Denise Vargas