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Juanjo Laborda Ibarra: “Los autoritarismos usan un recurso que es generar inseguridad y dependencia hacia las políticas públicas, acá eso no corre más”
El escribano Juan José Laborda Ibarra es un actor de la vida política de San Luis y una fuente de consulta permanente.
Tramo final de Alberto Rodríguez Saá en el Gobierno
“Viendo los últimos meses del mandato de Alberto Rodríguez Saá es difícil descontextualizarlo de lo que pasa a nivel nacional, pero está todo relacionado. Uno escucha dos conceptos en la publicidad electoral de los principales protagonistas: cambio y fin de ciclo. Coincido con las dos, pero hay que darles contenido. Para el candidato del oficialismo, Jorge Fernández, el concepto de cambio no es el mismo que maneja Claudio Poggi. El 80% de los argentinos, y por supuesto de los puntanos, tienen un nivel de insatisfacción sobre la situación social, económica, política e institucional y se van a expresar en esos términos. Estoy convencido que el cambio verdadero lo encarna Poggi. Veo el panorama electoral como un fin de ciclo de 40 años y del actual gobernador en particular. Y las necesidades que tiene la sociedad de San Luis se chocan ante un panorama muy complicado, que va a requerir un piloto de tormentas, una gestión con muñeca política, firmeza y convicción. Hay una demanda social de insatisfacción y se vislumbra ese fin de ciclo. Se ve en la pérdida del miedo en las manifestaciones políticas de la gente. Los autoritarismos usan un recurso que es generar inseguridad y dependencia hacia las políticas públicas, acá eso no corre más”, reflexionó el ex legislador provincial.
Continuidad o cambio
Juanjo Laborda Ibarra cree que lo que se define es la continuidad o el cambio. “Hay un dato político: no tiene reelección Alberto, eso está licuándole el poder. Se nota en la gente, que se anima a pedir un cambio. Antes la gente no iba a las reuniones que organizaba Poggi, solo prometía el voto detrás de una persiana cerrada. Ahora está. La Ley Baglini, un viejo adagio acuñado por ese legislador radical, dice que los candidatos o los partidos en vísperas de una elección cuando se sienten cerca del poder moderan sus propuestas y cuando están lejos, los grupos minoritarios, aumentan esas promesas. Y eso se ve en el señor Fernández, que promete reducir un 30% los impuestos y a la vez dice que va a hacer 10 mil viviendas. Si va a reducir los ingresos y va a gastar más, no dice de dónde lo va a sacar. ¿Será de los planes sociales? Bueno, que lo aclare”.
Futuro de la Argentina y San Luis
Laborda Ibarra consideró que es “imposible escindir el futuro de la Argentina del de San Luis. El fin de ciclo y la necesidad de un cambio profundo son consecuencia de la realidad socioeconómica. En economía se pueden hacer muchas cosas, menos una: evitar las consecuencias. El aumento del dólar, de la pobreza, de la inflación, de la inseguridad forma parte de una descomposición en la actual manera de gobernar. Hay que gobernar con sentido común y le agregaría que también con una dosis de ejemplaridad. Basta de fantasías, de generar actos de gobierno que aumentan la crisis”.
Y sostuvo que “para salir del pozo hay que generar un esfuerzo colectivo, pero los que tienen que encabezar ese esfuerzo son los que dirigen. En cambio vemos dirigentes que ganan jubilaciones de 9 millones de pesos, por ejemplo. No puede ser que los legisladores de San Luis ganen más que los nacionales, no puede ser que cualquiera sea juez, hay que ganar un concurso de idoneidad y además tener una conducta pública de decoro. Acá hay casos escandalosos de jueces que son los que definen la defensa de nuestro patrimonio, de nuestra seguridad individual”.
Crisis
Más adelante aseguró que “la Argentina en general y San Luis en particular van a salir de esto con muñeca política, firmeza en las convicciones para encarar los desafíos y una sobredosis de ejemplaridad, de sentido común. Nada ofende más al hombre de la calle que ver que sus gobernantes mientras el país sufre, están de fiesta. Hay una crisis moral en la Argentina. Tiene que ver con que la clase política, los empresarios, sindicalistas e intelectuales han captado que cualquier conducta que tuviesen no les generaba sanciones, sintieron impunidad. La sociedad tiene que tener más presencia, ser más celosa. Es un desafío para todos. En este fin de ciclo quiero un pueblo que no se deje atemorizar por un gobernante, son simplemente mandatarios nuestros. El poder lo tiene el ciudadano, no solo a la hora de votar, en el día a día también”.
Para cerrar, puso un ejemplo: “¿Quienes reclaman ante el Poder Judicial sobre calle Rivadavia? Los que menos tienen, porque la Justicia los ha abandonado. Hay que votar mejores gobernantes, pero también tenemos que cambiar nosotros. Estamos tocando fondo, pero las crisis son una oportunidad para cambiar”.
Video: Víctor Albornoz – Edición: Juan Ledesma