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CASO GRAMAGLIA

84 horas después, no hay rastros de Alberto Figueroa y pasaron a disponibilidad a dos penitenciarios

Transcurrieron tres días, pero no hay certezas sobre el paradero del hombre de 61 años que se escapó caminando y con dos perros. El ministerio de Seguridad, se mantiene en silencio.

La colonia está ubicada sobre la Autopista de las Serranías Puntanas.

por Antonella Camargo

elchorrillero.com

Actualizada: 03/05/2023 22:04

Si bien no es la primera vez que el Servicio Penitenciario provincial es escenario de una fuga, la de Alberto Figueroa cobra trascendencia por las circunstancias en que se dio y porque el caso de Darío Walter Gramaglia, fue uno de los más impactante en la historia reciente de San Luis.

Este miércoles a las 9:30 se cumplieron tres días desde que advirtieron su ausencia en la Colonia Penal, pero se desconoce el horario exacto en que se fue del predio ubicado sobre la Autopista de las Serranías Puntanas, a siete kilómetros de la cárcel.

En las más de 80 horas que transcurrieron, el ministerio de Seguridad se limitó a emitir dos comunicados. Uno a más de un día del hecho y el restante este miércoles.

En el primero, enumeraron las acciones y despliegues que habían efectuado para dar con quien fue condenado a prisión perpetua en 2008. En el último, comunicaron que dos penitenciarios que estaban en la guardia de la Colonia Penal, fueron pasados a disponibilidad.

Lo cierto es que el mismo director del Servicio Penitenciario, Segundo Giménez reconoció que el establecimiento en el que Figueroa permanecía hace cinco años, tenía las mínimas medidas de seguridad. Incluso al visitarlo, se puede advertir que comprende cerca de cinco hectáreas, para que solo dos agentes controlen.

Al mismo tiempo, en el lugar no hay cámaras de seguridad que puedan aportar algo, ni viviendas cercanas.

La cartera que dirige Claudio Latini desplegó rastrillajes este miércoles en el mismo predio, y también señaló que alertaron a “todos los organismos nacionales” sobre la fuga. Sin embargo, no existen rastros de un hombre de 61 años, que salió caminando junto a dos perros.

Figueroa residía en el predio junto a otros internos por “buena conducta”. Dos meses atrás, habían comenzado los trámites para que accediera a una morigeración en la prisión.

Estaba detenido desde 2004 por el crimen del kinesiólogo de 29 años que fue secuestrado, torturado y arrojado al dique La Florida.

Los padres de Gramaglia, Adelma y Walter, transmitieron preocupación por el hecho, aunque el hombre consideró que se trata de “una desprolijidad más del Poder Judicial”.

Hasta el momento, no hay información sobre la vestimenta que podría llevar Figueroa, las características físicas actuales, ni elementos relevantes que pudieran servir para aportar datos.

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