Ricardo Endeiza: “El Gobierno hace obras faraónicas mientras tiene pueblos abandonados”

Ricardo Endeiza recorrió pueblos del interior del departamento Pueyrredón en el marco de la campaña electoral. En el transcurso del día desarrolló actividades junto a candidatos locales del lema Cambia San Luis.

“En pueblos del interior vemos como se simboliza lo que venimos a cambiar después del 11 de junio, hay una desatención absoluta y una falta de cercanía del Gobierno. Tenemos un Estado ausente mientras vemos a diario obras faraónicas y gastos innecesarios”, sostuvo el candidato a vicegobernador tras una reunión que mantuvo con vecinos de Alto Pelado. Estuvieron la candidata a intendenta comisionada, Patricia Rodríguez y la diputada Eugenia Gallardo.

Justamente en esa localidad hace siete días la comunidad está sin agua porque San Luis Agua no arregla un acueducto. Tampoco hay médico y ambulancia. Para recibir atención sanitaria deben trasladarse a otro pueblo ubicado a 60 kilómetros y chocan con la limitación que no cuentan con transporte diario.

El merendero gubernamental entrega alimentos viejos que los chicos terminan tirando y el playón deportivo de la escuela está cerrado. El servicio de Wifi es irregular y hay un problema estructural con la telefonía.

Los alumnos de primero y segundo grado se quedaron sin docente y la presencia policial no es permanente.

Zanjitas vive una realidad similar. La necesidad de un servicio de agua potable regular, telefonía, ambulancia, enfermero y/o médico y una escuela secundaria, forman parte de las demandas sociales.

Vecinos dan cuenta que “la droga llegó al pueblo”.

Alberto Rodríguez Saá fue una vez en más de siete años de gestión y lo comparan con Claudio Poggi que en cuatro años de Gobierno visitó la localidad en nueve oportunidades.

“Duele ver la ausencia de servicios elementales que son responsabilidad del municipio y del Estado provincial”, manifestó Endeiza que mantuvo una charla con la candidata a intendente comisionada, Liliana Cabrera y vecinos.

En Chosmes la planta potabilizadora no funciona con regularidad y hay transporte tres veces a la semana.

En estos pueblos el apriete del oficialismo es moneda corriente, reconocen los vecinos.

En Desaguadero, hay familias que envían sus hijos a un establecimiento que está del lado de Mendoza porque “no están de acuerdo con la escuela generativa”. Los controles de natalidad se hacen en la provincia vecina.

Los chicos también cruzan el límite para ir a la escuela secundaria.

“Durante la pandemia la asistencia de salud la daba una médica de Mendoza que cruzaba caminando porque la dejaban pasar”, contó una vecina.