La Mixta realizó la tradicional Procesión Cívica: “Reivindiquemos la democracia para nunca más llamar subversión a la educación, la diversidad y el pluralismo de ideas”
Como cada año, la Escuela Normal “Juan Pascual Pringles” realizó el acto previo al Día de la Patria.
La esquina de avenida Illia y Mitre fue el escenario de una nueva edición de la Procesión Cívica, está vez la número 107. Como es tradicional, fue organizada por los alumnos del último año del secundario de la Escuela Normal “Juan Pascual Pringles”. Acudieron antiguas promociones y acompañaron estudiantes de otros establecimientos educativos.
El acto comenzó pasadas las 18:30 donde resaltaron la importancia de reencontrarse en esta fecha, como sucede desde hace más de 100 años. Reconocieron que inicialmente se trató de un homenaje, que con el correr del tiempo que convirtió en “un acto tradicional que reúne a todo el pueblo puntano”.
“Quienes nos precedieron nos entregaron un tesoro que tenemos la obligación de custodiar, pero no pasivamente, porque somos un pueblo y una institución que hacemos propios los aprendizajes colectivos e individuales. Cabe recordar, en este importante momento, que fuimos la primera ciudad que marcó un hito en la historia y dijo sí a la Revolución, iniciando el camino a la tan ansiada Independencia”, expresó una de las alumnas encargadas del discurso.
Participaron del evento, el rector de la Normal Mixta, Néstor Castro; su par en la Universidad Nacional de San Luis, Víctor Moriñigo; autoridades provinciales, municipales y de ambas casas de estudio; legisladores de la ciudad; veteranos de Malvinas; y el presidente del Consejo Pastoral Evangélico de San Luis, Walter Berlo.
Otra de las estudiantes de la promoción Leucavios, recordó a “todos los jóvenes argentinos que marcaron nuestra historia con sus pensamientos y acciones”.
Las voceras se detuvieron en el lema de este 2023: “Reivindiquemos la democracia para nunca más llamar subversión a la educación, la diversidad y el pluralismo de ideas”.
“Debemos exigir, hacer valer y proclamar nuestra democracia reconquistada que nos fue legada. Ya no podemos permitirnos volver a caer en un Estado en el que ciertos conocimientos impartidos desde la educación sean considerados subversivos, ajenos a la norma establecida, desconociendo la diversidad y el pluralismo de ideas. Por las voces pasadas, que fueron silenciadas, hoy alzamos nuestra propia voz con vehemente fervor”, expusieron.
En la misma línea, explicaron que cuando se refieren a la subversión buscan situarse “en aquella época en la que se utilizó este término para la justificación de violencia contra aquellos que pensaban diferente, pues la educación, la diversidad y el pluralismo de ideas representan la única batalla contra el orden promovido por la Junta Militar”.
“No es poco lo que tenemos a mano para enfrentar la historia. Solo resta continuar el camino que otros iniciaron o recomenzar. Propongámonos, de ahora en adelante, vivir en una sociedad donde se ejerza con madurez la libertad, el bien común, la justicia y la paz. Vivir en democracia significa aprender a vivir en libertad al lado de otros, respetando derechos y obligaciones. Debemos recuperar la idea de Nación, de tolerancia, porque hay muchas historias detrás de cada uno de nosotros”, insistieron.
Castro, Moriñigo y un alumno encendieron el fuego con antorchas. Después, dieron paso a la carroza y entonaron el Himno Nacional Argentino.
Las alumnas enumeraron los detalles de la carroza. Desde el sol, las flores de tonalidades amarillas que “simbolizan una nueva etapa de prosperidad”, la tradicional Patria personificada por otra estudiante, y el gorro frigio del Escudo Nacional que “significa la libertad que como argentinos hemos conseguido mediante la lucha y esfuerzo a lo largo de los años”.
“Todos estos símbolos nos colman de sentimientos que ensanchan nuestro ser, llenándonos de orgullo y uniéndonos a este queridísimo suelo argentino. Hacia el centro, vemos un papiro y un lápiz que escribe la frase ‘Nunca más’, perteneciente a nuestro lema, porque repudiamos la última dictadura y defendemos los derechos humanos. Del mismo modo, el lápiz representa la noche de los lápices en la que desaparecieron un grupo de jóvenes estudiantes, jóvenes como nosotros, que militaban por causas justas con la convicción de un futuro mejor. Alrededor del papiro encontramos cadenas que aluden al sometimiento, la lucha, la represión y el terror a los que el pueblo fue sometido. También encontramos cadenas rotas y manos que realizan esa acción, haciendo alusión a la libertad, la Revolución de Mayo y a cada uno de los derechos conquistados a lo largo de estos 40 años”, continuaron.
El rector de la Mixta fue el primero en tomar la palabra. En su discurso se refirió a la antorcha que fue encendida y a los estudiantes que “llevan el fuego y la luz que iluminaron a jóvenes revolucionarios, hombres y mujeres”.
“Era el fuego de un proyecto de país libre y soberano. Era el fuego de la independencia económica. Era el fuego de la soberanía territorial, política y económica. Eran jóvenes ardientes o de ardientes convicciones. Nuestros estudiantes normalistas también se apasionan con la luz y el fuego de aquel ideario y recrean cada año la tradición de volver a pensar en la patria del siglo XXI. Y hoy nos encienden los corazones con un mensaje en su lema”, rescató Castro.
Dijo que con el lema, los jóvenes esperan de los adultos que vuelvan “a creer que es posible una Argentina soberana, sensible con los temas relacionados con el medio ambiente, el cuidado de la biodiversidad y toda su protección. Esperan que seamos sensibles con la educación como el único motor que impulsa a los pueblos a luchar por los derechos humanos, a respetar la diversidad de ideas, el desarrollo económico y uno de los instrumentos más eficaces para reducir la pobreza y mejorar la salud, lograr la igualdad y la paz”.
Luego fue el turno de Moriñigo, quien transmitió la emoción y conmoción que le genera la Procesión Cívica. .
“Fue una semilla pequeña, tan pequeña que sobraban manos adolescentes para cuidarla, pero no cabían en los corazones de los que amparaban su vida potencial, su germen de futuro. Tenía el tamaño justo de la ilusión, pero en su entraña se aquietaba cautiva la fuerza expansiva de la esperanza. Apenas perceptible con el color y el olor de la tierra de San Luis, había sido creada para que muriendo diera vida a la abundancia”, de esa manera se pronunció, retomando al historiador Hugo Fourcade.
El rector de la UNSL, se remontó a un año atrás cuando pidió disculpas en nombre de su generación porque no habían logrado “construir para nuestros jóvenes, soluciones aparentes de dolores recurrentes”.
“En esta oportunidad, habiendo transcurrido un año, he aprendido. Y hoy mi mirada será de esperanza. Pero no esa esperanza de quien cree tipo pensamiento mágico de que alguien o algo lo resolverá solo, sino de esa esperanza de salida de rumbo a un mejor bien común. Esperanza de que con trabajo y dedicación podemos estar mejor. ¿Cómo no voy a tener esperanza?”, aseveró.
Luego de eso, entonaron la marcha de San Lorenzo. A las 19:30 comenzó el recorrido que tuvo como punto final la Plaza Independencia.