Historias de San Luis: ¿limpieza o restauración peligrosa?
El pasado miércoles 7 de junio, algunos obreros se habían dedicado a sacar la pátina de la estatua en honor a Juan Pascual Pringles en la plaza, utilizando un torno con cepillo metálico.
Consulté a un especialista en el tema quien me respondió – observando el monumento – que desde su punto de vista la "pátina" es un valor agregado a estos monumentos históricos.
De concebirse a esta limpieza como un acierto y se continuara en el futuro, "se produciría una degradación irrecuperable", sostuvo el profesional.
Añadió: "no soy consciente de que sea una práctica común quitar la pátina de grandes monumentos de bronce".
Recurriendo a bibliografía especializada me muestra en su dispositivo móvil publicaciones que sostienen que "la pátina es una capa de óxido natural que se forma en la superficie del bronce con el tiempo, y se considera parte de su historia y carácter".
"En muchos casos, la pátina se valora y se conserva como parte del aspecto estético del monumento".
"Sin embargo puede ser necesario limpiar o restaurar la superficie de un monumento de bronce debido al deterioro, la contaminación u otros daños".
"Si se requiere eliminar la pátina, es importante que se realice con extrema precaución, y siguiendo los protocolos adecuados para evitar dañar la pieza".
"En término de protocolos internacionales para la limpieza o restauración de monumentos de bronce, existen directrices y estándares establecidos por organizaciones como el International Council of Museums (ICOM) y el International Institute for Conservation of Historic and Artistic Works (IIC)".
Estas organizaciones brindan pautas y recomendaciones generales para la conservación y restauración de objetos de arte y patrimonio cultural, incluyendo monumentos de bronce.
Cada caso puede ser único y requerir un informe individualizado. Por lo tanto es fundamental que la limpieza o restauración de un monumento de bronce sea llevada a cabo por profesionales capacitados en conservación y restauración de arte, quienes evaluarán las condiciones específicas de la obra y aplicarán los métodos más adecuados sin comprometer su realidad.
Aparentemente esta última e indispensable condición no se estaría cumpliendo.
Si es así, el monumento al héroe máximo de la puntanidad estaría corriendo un serio riesgo.