Génesis, auge y caída de Emerenciano Sena, el piquetero más temido del norte argentino
Hoy esta preso en Resistencia por el femicidio de Cecilia. Sus llamados a otros líderes locales no generaron la pueblada que él esperaba. Nadie lo salió a apoyar en las calles.
Corría el año 1995 y el joven Emerenciano Sena se oponia a los dirigentes locales del gremio de la Uocra en Chaco. El albañil de 20 años se enfrentaba con sus patrones y les gritaba que el menemismo había que combatirlo en las calles. Así lo haría, durante esos primeros tiempos, cortando el acceso entre la capital chaqueña y el puente hacia Corrientes. Levantaba la protesta si los automovilistas le daban algo de comida para criar a sus cerdos.
La lógica de la extorsion parecía exitosa. De pedir alimento balanceado para los chanchos paso a exigir contratos con la gobernación en tiempos de Ángel Rozas. El radical, según las fuentes consultadas, le dio poco o nada.
Todavía no estaba Jorge Capitanich en el poder. La descomposición social iba en aumento, el 2001 había dejado a decenas de movimientos sociales que aprendían de los referentes nacionales y redoblaban sus métodos de apriete para ser escuchados.
El kirchnerismo compró a las principales organizaciones sociales y coopto a los referentes de organismos de derechos humanos. La síntesis se produjo con Sueños Compartidos, el plan de viviendas e inclusión social más ambicioso de "la década ganada".
"A todos los temblaba la pera con Sena" recuerda 20 años después, un viejo conocido de Emerenciano que ponía el cuerpo pero no la cabeza. La estrategia de construir poder llegó de la mano de su segunda compañera en la vida, Marcela Acuña. Cuenta la leyenda que Acuña agarró de los pelos a la esposa oficial de Sena dándole a su amor prohibido un ultimatum: "Ella o yo". Emerenciano dejó tirada a su mujer para irse con la amante de esos días y convertirla en su compañera. El padrino de la boda sería el mismísimo gobernador Capitanich.
Ya Sena se codeaba con Coqui y los funcionarios de la joven promesa K, uno de los preferidos de Cristina Kirchner, tal es asi que lo llevaría a la Jefatura de Gabinete.
Cómo escaló tan alto Sena? Se ganó el respeto -mejor dicho, el temor- cuando corrió de la provincia a Sergio Schoklender, un verdadero duelo de titanes como titulé un capítulo de El negocio de los derechos humanos -editorial Sudamericana- publicado en el 2012.
El año anterior había conocido el flamante barrio Emerenciano Sena y a sus líderes. Dos. No sólo Él sino Marcela Acuña. Ya estaban denunciados en la justicia Federal por el manejo de fondos publicos y aprietes de todo tipo. El poder ayudó a que las causas durmiesen el sueño de los injustos.
Chaco manejo 425 millones de pesos a un valor de 3 pesos el dólar a mediados del 2009 para construir viviendas sociales por la Fundación de Bonafini. Hubo acuerdos con dirigentes sociales en La Rubita, Gran Resistencia y en otro barrio que dirigía Sena. Fueron 8 complejos de viviendas, 7 hospitales y 4 centros de salud en toda la provincia. Los aviones de Meldorek, la firma privada de Schoklender, llegaban al Impenetrable chaqueño.
Sergio Schoklender se reunía en el Hotel Amerian, el del Casino, con altos funcionarios que le pedían retornos cada vez mas jugosos. El apoderado de la Fundación exigía saber que pasaba con un díscolo piquetero que no les rendía cuentas. Emerenciano ya soñaba en grande en su barrio Campo de Tiro.
Los matones de Ciudad Oculta que llevó Schoklender a Chaco no pudieron con los de Sena. Sin las Madres, Emerenciano cambió el nombre del barrio y coloco, en su ingreso, una silla con palas en forma de trono. Ya era el rey.
Su reinado, financiado con millones de fondos publicos, duró hasta el 1 de junio de este año. Cecilia lo perseguirá por siempre. Hoy esta preso en la Comisaría Tercera de Resistencia. Sus llamados a otros líderes locales no generaron la pueblada que él esperaba. Nadie lo salió a apoyar en las calles.
Capitanich trata de despegarse de esa mancha venenosa llamada Sena.
Ya es tarde. (NA)