Víctor Chavero: un campeón de la vida que desafía los obstáculos y triunfa en el ajedrez adaptado

Por Sonia Schoenaker

Víctor Chavero nació en Villa Mercedes, tiene 55 años, y aunque gran parte de su vida la pasó en Mendoza, ahora está instalado en su ciudad natal desde el 2006. Vive en el Barrio 70 Viviendas con su hijo mayor y su hermana Silvana.

A los 21 años fue diagnosticado con diabetes del tipo II. Tuvo que abandonar la Universidad donde estudiaba Derecho porque de a poco su vista se veía afectada por la misma enfermedad. Con el paso de los años fue trasplantado de riñón y páncreas.

A los 43 años, perdió su pierna izquierda y, en el mismo año, la diabetes le arrebató por completo su vista. En lugar de darse por vencido, encontró en sus dos hijos el apoyo necesario para adaptarse a su nueva realidad. “Simplemente usé como bastón a mis pequeños, a mis hijos. En ellos me tengo que apoyar y seguir”, dijo.

Siempre estuvo dispuesto a trabajar y a superarse. “Es un cambio lleno de aprendizajes, es como que acá de repente nos apagaran la luz y tuviéramos que encontrar la salida, saber cómo servir un café o lo que fuera, eso y muchas otras cosas más como movilizarte, conocer las cosas”, describió.

Antes de atravesar estas dificultades, Chavero disfrutaba de actividades como bailar y caminar largas distancias. Ahora encontró nuevos pasatiempos y los adaptó a su nueva vida: “A mí me gustaba andar en moto y no lo pude hacer más, pero lo cambié por otra cosa, el ajedrez. Son dos cosas muy distintas, pero son mis pasiones”.

Con el tiempo encontró en la tecnología una herramienta para poder seguir adelante con la escritura, que es una de sus aficiones. Disfruta de redactar poemas y uno de sus proyectos a futuro es escribir un libro.

El ajedrez despertó el interés en Víctor desde muy joven. Aunque al principio solo jugaba sin conocimientos profundos, el deseo de aprender lo llevó a estudiar y a competir en torneos nacionales e internacionales. Hoy en día, es el campeón provincial de ajedrez adaptado en su categoría y tiene la oportunidad de enseñar a otras personas a través de clases virtuales y en diferentes instituciones de la ciudad. Forma parte de ACUA (Ajedrecistas ciegos unidos de Argentina), y desde allí les transmite a las personas que “todos pueden jugar”.

“La verdad que teniendo sueños vas logrando cosas. No sabía que un día iba a poder estar compitiendo, y por ahora soy campeón provincial. Estoy buscando la posibilidad de ser campeón nacional en algún momento”, manifestó.

La primera competencia de ajedrez adaptado que está organizando en Villa Mercedes es un reflejo del compromiso que tiene con la inclusión. Uno de sus tantos sueños es "buscar ampliar las oportunidades laborales para las personas con discapacidad". Reconoce que existen leyes que deberían garantizar oportunidades, pero también sabe que aún hay mucho por hacer: “Hay gente muy capaz que no está inserta laboralmente. No porque no quiera, sino porque no tiene la posibilidad”.

Es un alumno dal Centro de Día "Newen". Este lugar es para Víctor un refugio desde el 2019. Fue donde encontró sentirse seguro, con profesionales comprometidos y compañeros que tienen los mismos intereses.

Mientras hablaba con El Chorrillero, acomodaba las 32 piezas de su juego favorito en un tablero que él y su hermana fabricaron con una máquina impresora 3D que adquirieron para emprender. Aseguró que “no hay muchos fabricantes de tableros y cuando los hay, quieren cobrarte cualquier cosa".

Su fuerza y su fe en Dios lo llevaron a superar los obstáculos y a seguir adelante: “Cada uno cree a su manera y desde ahí vas a tener todas las fuerzas”.

“Hay que tener sueños, tratar de encontrar tu pasión, y con eso después yo creo que Dios provee, te da la energía y los métodos. Lógicamente tenés que moverte, no te podés quedar esperando. Movete, hacé, andá, preguntá, decí. No importa que no logres nada hoy, pero a lo largo del tiempo vas a lograr muchas cosas”, concluyó.

Víctor se muestra abierto y sin tabúes al hablar sobre su discapacidad. A pesar de las adversidades, se convirtió en un verdadero campeón, tanto en el ajedrez como en su actitud frente a la vida.