La campaña agrícola arrojará fuertes pérdidas para la soja y el maíz en San Luis

La sequía que ya lleva tres años, varios eventos de granizo durante la temporada estival y, sobre todo, la helada demasiado temprana que cayó el 18 de febrero cuando los cultivos todavía estaban en pleno crecimiento, determinarán que la campaña agrícola 2022/23 en San Luis arroje números negativos, sobre todo en cuanto a la cantidad de toneladas que se recolectarán tanto de soja como de maíz. En ese sentido, el panorama no difiere mucho de lo que pasó en el resto del área agrícola nacional.

En cuanto a la oleaginosa, la suerte ya está echada porque la cosecha lleva un 97% de avance, por lo que no habrá cambios a los números sobre la mesa. El rendimiento promedio ronda los 19,3 quintales por hectárea (qq/ha) y la producción total apenas llegará a las 184.600 toneladas.

Los números de la soja son negativos en todos los aspectos. Las 159.500 hectáreas sembradas representaron un 12% menos que en la campaña pasada y un 27% por debajo del promedio histórico, que se toma desde el período 2017/18. En rinde, está 7% y 5% menos respectivamente; mientras que las 184.600 toneladas que recogieron las máquinas dejarán un 46% menos que en la 2021/22 y un 56% por detrás de lo que históricamente se cosecha en la provincia.

En las imágenes satelitales que pudieron observar los analistas de la bolsa cordobesa se pueden visualizar lotes de soja perdidos casi en su totalidad, producto de la helada temprana. La superficie cosechable se contabilizó en 95.900 hectáreas, un 40% menor a la inicialmente sembrada debido a las pérdidas. De esta manera, el área de recolección presenta una variación del 51% si se lo compara con el promedio histórico de la provincia.

Un dato no menor es que en la mayoría de los reportes, se registró presencia de “grano verde” al momento de la cosecha, una de las grandes consecuencias de las condiciones extremas que tuvo que travesar el cultivo durante esta campaña.

En mayo los productores continuaron con las labores de cosecha de maíz, logrando hacia los primeros días de junio un 33% de los lotes cosechados. Hasta el momento se estima un rendimiento promedio de 48,5 qq/ha y una producción total de 1.198.200 toneladas (39% menos que en la campaña pasada). El cereal fue un cultivo que también fue castigado por las inclemencias climáticas con un 40% de hectáreas perdidas,  resultando en una gran pérdida de producción, con una variación negativa del 39% respecto de la campaña anterior.

A la hora de la siembra había un gran optimismo. El maíz ocupó 535.700 hectáreas, un 4% que un año atrás y 30% por encima del promedio histórico. Claro, las pérdidas después determinaron otra realidad: quedaron 247.300 hectáreas cosechables, con una baja del 42% entre campañas; aunque el rinde promedio de 48,5 qq/ha fue mejor (4%) que el de 12 meses atrás.

El maní, en tanto, ya finalizó con el proceso de arrancado de la planta y las labores de cosecha están completas en un 56% de los lotes cultivados. Con casi nulas pérdidas registradas debido a la rusticidad del cultivo y a que una gran proporción e realiza bajo riego, las hectáreas cosechables de maní alcanzan un total de 21.000 hectáreas, un número superior al de la campaña pasada (+12%) y al promedio histórico de la provincia (+14%). El rendimiento promedio estimado en caja limpio y seco es de 28,0 qq/ha, apenas 5% por debajo de la campaña pasada, y la producción total de 41.100 toneladas, un 6% por encima debido a la fuerte apuesta que hicieron los productores.

Finalmente, la Bolsa de Cereales de Córdoba también le dedicó un párrafo al sorgo. En la actual campaña se destinó un 70% del cultivo a forraje y se perdieron el 32% de los lotes con destino a grano, dejando solo 5.600 hectáreas cosechables en la provincia de San Luis. En mayo la cosecha avanzó el 24% de los lotes con una producción total de 16.700 toneladas aproximadas. El rendimiento promedio estimado es de 29,7 qq/ha, un valor significativamente superior a la campaña pasada (+118%).

En cuanto al contexto climático, las precipitaciones acumuladas durante el último trimestre lograron superar el promedio histórico (2015-2022) en casi la totalidad de los departamentos de la provincia. Se registraron grandes precipitaciones en el mes de marzo, disminuyendo significativamente en mayo, lo que permitió un fuerte avance de las labores de cosecha.