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VILLA MERCEDES

Se encadenó más de 7 horas en Pami pero no le dan respuestas: “A ellos no les importa nada”

A Cergio López no le quieren autorizar un módulo para que su madre reciba atención médica.

De la mañana a la tarde, López esperó respuestas.
Actualizada: 22/06/2023 21:05
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Por segundo día consecutivo, Cergio López se encadenó en la puerta de las oficinas de Pami en Villa Mercedes para que aprueben la atención médica de su madre de 89 años.

La obra social, que en la provincia es manejada por Alberto Rodríguez Saá, está a cargo de Diego González en esa ciudad. Ese funcionario fue candidato a gobernador dentro del lema oficialista en las elecciones del 11 de junio. En los dos días de reclamo que encabezó un vecino de la ciudad, no puso la cara.

Este jueves López desafió otra vez el frío: “Arriesgo mi salud, pero a ellos no les importa nada;  algún día van a ser viejos, y ojalá no les pase lo que estoy viviendo”. Llegó a las 11:30 y aguantó hasta pasadas las 18:30, e inclusive grabó un video. En todo ese tiempo solo aceptó un café con medialunas que le acercó un conocido cerca del mediodía.

Su historia no es la única, es el reflejo de una burocracia que tiene peregrinando y padeciendo a los afiliados de Pami en Villa Mercedes. El problema es la demora en la aprobación de los módulos.

“No me quedó otra opción, porque a no gusta estar haciendo esto”, aclaró López, el primer día que se encadenó, pero nada cambió. Lleva un mes tramitando lo mismo, y por eso llegó a este punto.

Hoy le dijeron que recién mañana (por este viernes) le van a mandar una enfermera, pero Margarita necesita el módulo 2 completo (que tiene internación domiciliaria integral). “Solo me mandan la enfermera, pero yo quiero todo, mañana voy a seguir, y volveré a encadenarme hasta que me den una respuesta, o que me digan por qué no me lo aceptan”, dijo en diálogo con El Chorrillero.

Margarita, en su casa.

Desde que llegó con su bicicleta a la puerta del Pami ubicado sobre la calle Profesor D’Agnilo, los funcionarios se pusieron nerviosos e intentaron sacarlo con un policía. Mabel Vílchez, una de las directivas, esperó que se fueran los periodistas para hablar con López. “Me pidió que me desencadene para que fuéramos a ver a mi mamá. Le dije que no, que fuera ella porque mi mamá estaba con una cuidadora, que yo me iba a desencadenar cuando me resolvieran la situación”, según explicó.

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