Asaltaron a un matrimonio de jubilados: le quebraron costillas al hombre, les dispararon y se llevaron el dinero ahorrado para una operación

Una pareja de jubilados de 65 años sufrió un violento asalto en su vivienda a cien metros de donde comienza el camino hacia El Talar situado en la localidad de Los Molles, departamento Junín. El brutal hecho sucedió alrededor de las 20:30.

De acuerdo con la información publicada por el Corredor de Noticias, uno de los delincuentes ató a la mujer y al hombre lo cubrió con mantas para reducir la visión. Mientras, el otro sujeto inspeccionaba la casa en busca de dinero.

A pesar de que el matrimonio no mostró resistencia, unos de los malvivientes se encargó de agredirlos físicamente durante una hora y media. Incluso para amenazarlos y atemorizarlos dispararon con una pistola y el impacto dio contra una silla.

"Revolvieron absolutamente todo, hasta las cosas del freezer y los tuppers", explicó Mirian, hija de las víctimas.

La mujer dio a conocer que su madre es paciente oncológica y su padre tiene problemas cardíacos por lo cual se estaba preparando para una intervención quirúrgica en Buenos Aires programada para la próxima semana.

Relató que en el momento del hecho, el padre se descompensó y les suplicó a los agresores que dejaran de patear a su esposa, ya que tiene cáncer de mama metastásico.

“Se llevaron los 500 dólares que habían juntado con mucho esfuerzo para la operación, además las alianzas de boda, sus teléfonos celulares y otros objetos. También, se robaron las llaves del vehículo”, dijo.

Según a las declaraciones de la hija, los dos hombres no actuaron solos, ya que un auto los recogió cuando finalizaron de cometer el delito y consideró que tenían conocimiento de que el matrimonio contaba con esa suma de dinero.

"Debieron haber hecho un trabajo de inteligencia previa. Mis papás fueron a buscar paz allá y los hicieron pasar por esto. Espero que no quede en la nada como muchos otros casos de los que nos enteramos. La población está a la buena de Dios", manifestó.

Por su parte, tuvo en cuenta que a pocos metros del domicilio hay una garita policial y que su padre fue quien corrió con las costillas fracturadas a pedirles ayuda a los efectivos.

La familia pudo ubicar la zona donde se encontrarían los teléfonos mediante una aplicación. Sin embargo, a pesar de haber aportado los datos, todavía no tienen novedades.