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VILLA MERCEDES

El drama de los que viven entre las chapas: “Si me sacan del colectivo me mato delante de todos”

La Municipalidad quiere desalojar a Carlos del motorhome donde reside hace 4 años, pero no lo ayudan a encontrar un lugar digno. Es uno de los tantos casos que hay en la ciudad.

Carlos y Ángel en la misma situación.
Actualizada: 28/06/2023 22:16
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Carlos Quevedo tiene disminuida su visión a causa de un accidente que sufrió cuando trabajaba en su taller. Desde hace 4 años vive en un colectivo deteriorado y viejo (que está adaptado como motorhome) que está estacionado en Sargento Baigorria al 776. Desde una casa vecina le comparten electricidad para poder estar iluminado.

Cobra una pensión no contributiva de $35 mil, y con eso sobrevive. Las redes sociales se hicieron eco de su situación hace dos semanas. Y a los pocos días la Municipalidad de Villa Mercedes lo intimó para que quitara el rodado de la calle, por un reclamo que recibieron.

“Es un colectivo que no tiene las baterías, y por más que lo quieran llevar tirando van a terminar fundiendo el vehículo. Los amortiguadores de esto se levantan con aire, las gomas están rotas y es caja automática, no es que lo vas a llevar fácilmente”, explicó esta mañana en diálogo con El Chorrillero.

“Me dijeron que me lo iban a sacar y que estaban viendo qué hacer conmigo”, relató.

Quevedo no tiene otro lugar adónde ir. Está desesperado: “Ayer les dije, ustedes me sacan el colectivo y yo me mato delante de todos”.

Hasta hoy, ninguna autoridad o entidad se acercó para solucionar el problema de fondo. Él necesita una casa donde estar más dignamente y poder llevar a sus hijos de 13, 14 y 16 años.

Un vecino del Barrio El Criollo le ofreció ubicar el micro en un patio.  para poder seguir viviendo allí.

Un caso similar está a la vista de todos, al costado de la Ruta 148: Ángel y su esposa viven en una casilla rodante.

Hace 6 años que están instalados frente al Tiro Federal porque no tuvieron otra opción. La mujer sufre de epilepsia y subsisten con las changas que realiza el hombre y la venta de leña. “La voy peleando para tener la comida todos los días”, dijo.

Fueron noticia cuando los quisieron desalojar de la zona.

“Mi señora está enferma, quiero tener una comodidad mejor. Ella necesita un baño”, contó.

Hace unos días, con mucho esfuerzo Ángel pudo comprar una estufa eléctrica para pasar el invierno: “La cuido que no pase frio, nos tapamos bien”.

“Cuando una persona necesita una mano no se la dan. Si vos te ponés a pensar ¿A cuánta gente les dan cosas? Nosotros la vamos a pagar, puedo pagar hasta $15 mil por mes, y no te dan nada. Entonces ¿Cómo puede ser?”, cuestionó el hombre. Hace años que está pidiendo acceder a una vivienda.

En un terreno que hay detrás de su espacio, quieren construir una obra privada y les enviaron una orden para que se vayan: “Si quieren eso que me den una casa para pagarla como todo el mundo, yo no pido que me regalen nada”, aseguró.

“Están esperando que yo afloje y me vaya, me han metido denuncias, ahora con el juzgado. Yo no molesto a nadie”, finalizó.

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