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Viajó desde Merlo hasta Santa Fe, cometió un doble crimen y lo descubrieron

Después de ocho años del homicidio de Mario D’Angelo y Graciela Picech, dieron con el asesino que, tras matar, regresó a San Luis. El resultado de ADN dio positivo a la hora de cotejarlo con muestras recolectadas en la vivienda de Firmat y tuvieron coincidencia.

Mario D’Angelo y Graciela Picech

por Gastón Vila Calderón

elchorrillero.com

Actualizada: 03/07/2023 18:20

Gerónimo V. de 51 años fue imputado este viernes por homicidio calificado por haber sido cometido con ensañamiento y por violencia de género. Es acusado de matar al fotógrafo Mario D’Angelo y a su esposa Graciela Picech en la localidad de Firmat, en Santa Fe, el 19 de noviembre de 2015.

El asesino fue detenido el 18 de mayo de 2023 en Villa Cañás sindicado como el autor del doble crimen. Para sostener la hipótesis era fundamental aguardar los resultados del AND solicitado, el cual se conoció en las últimas horas, sin dejar lugar a dudas que fue la única persona que estuvo en la escena del homicidio.

La noticia fue confirmada por el fiscal regional Matías Merlo, quien aseguró que el resultado de laboratorio fue cotejado con las muestras recolectadas en la escena del crimen, y mostraron coincidencias.

También se pudo demostrar el recorrido realizado por el asesino, que esa noche viajó desde la Villa de Merlo a Villa Cañás, luego a Firmat donde ejecutó a la pareja y posteriormente regresó a la localidad del norte puntano, previo a realizar una llamada y deshacerse del teléfono.

Al analizar los celulares de Mario y Graciela, aparecieron datos llamativos. “Pedimos nuevos rastrillajes de impacto de antenas y pudimos detectar que, al momento posterior de producirse el homicidio, había una llamada de un teléfono de San Luis con una persona que había trabajado para las víctimas en la venta de bijouterie. Empezamos a hacer un seguimiento y nos encontramos con que había varias comunicaciones con la persona que se encargaba de las ventas de estos productos en Villa Cañás, que la línea estaba a nombre de la ex pareja de esta vendedora y que vivía en la localidad de Merlo (San Luis)”, subrayó el fiscal Matías Merlo.

La Fiscalía también descubre que, tras el crimen, esta persona se deshace de la línea telefónica pero no del número, “lo que nos posibilitó, a través de las redes sociales, tener el perfil de esta persona”, que es quien hoy se encuentra condenada.

Con esta intervención telefónica, dan cuenta que el hombre estaba planeando irse de Villa Cañas a Córdoba en virtud de que “veía que un exámen de ADN lo podía llegar a complicar”.

Ante esta circunstancia, el fiscal regional dispuso la detención que se efectuó al momento que se estaba subiendo a un colectivo.

La hipótesis principal del doble crimen que maneja fiscalía está relacionada con que el asesino sostenía un enojo con las víctimas debido a que ayudaban a su ex pareja, quien al mismo tiempo vendía bijouterie para Mario y Graciela.

Los investigadores aseguran que el homicida en el ingreso de la casa mató a Mario, posteriormente subió las escaleras y asesinó a Graciela. Se lavó las manos en el baño, descendió y escapó.

El hecho

La madrugada del 19 de noviembre de 2015, el fotógrafo Mario D’Angelo (44) y su esposa Graciela Picech (41), que se dedicaban a la venta de bijouterie, fueron asesinados en su casa de barrio Carlos Casado de la ciudad de Firmat.

Según se pudo determinar a través de la investigación, el día 18 de noviembre, pasadas las 21, la pareja llegó en su Volkswagen Passat gris hasta la vivienda ubicada en Aristóbulo del Valle y Juan Manuel de Rosas. Volvían tras haber estado unas horas en Rufino realizando trámites personales. Tras cenar, alrededor de las 22.30, Graciela se fue a dormir y Mario se quedó chateando y mirando televisión.

Doce horas más tarde, en la mañana del 19 de noviembre, una de las hermanas de Picech encontró los cuerpos sin vida. Graciela estaba sobre la cama matrimonial y Mario en el living, muy cerca de la puerta de ingreso. El televisor estaba encendido con un volumen muy alto. Ambos tenían profundos cortes de degüello. El médico forense ubicó la hora de las muertes entre la 0.30 y las 2 de la mañana; y dijo que la única arma utilizada tendría una hoja de cuatro centímetros de ancho y podría tratarse de una cuchilla.

Ocho años después, descubrieron que en la vivienda había material genético en la zona de ingreso, en la habitación de Graciela, bajo las uñas de la víctima, en uno de sus aros y en el baño. Todas coincidieron con el ADN de Gerónimo V.

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