Un muy activo Gastón Hissa quiere arrancar la transición y le da forma a las primeras medidas de la gestión

A cinco meses del recambio de autoridades en la ciudad de San Luis, la visita de trabajo estuvo enmarcada en diferentes aspectos vinculados a la gestión, la administración y la transición gubernamental.

En líneas generales esos fueron los tópicos abordados por Gastón Hissa con su par de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, que sucedió después de 24 años al mando de ese municipio a uno de los barones del conurbano bonaerense, el sindicalista, Hugo Curto.

No son desconocidos entre ellos y no es la primera vez que se encuentran. El dirigente del PRO lo había recibido a Hissa en marzo semanas después de probarse por tercera vez el overol de candidato.

Este viernes el dirigente de Avanzar volvió en su condición de intendente electo tras el histórico triunfo de Claudio Poggi a nivel provincial liderando Cambia San Luis que permitió ganar también la ciudad.

En declaraciones a El Chorrillero, Hissa calificó el encuentro con el dirigente bonaerense de Juntos por el Cambio como muy productivo, donde pudo intercambiar impresiones y profundizar sobre políticas que había esbozado previo a las elecciones del 11 de junio.

Buena parte de la agenda se la llevó la charla con el secretario de Seguridad, Daniel Neira acerca de la aplicación de acciones para atacar la inseguridad desde el lugar de un municipio.

“Hablamos de políticas que tomaron a lo largo de ocho años de administración, de cómo avanzaron desde las pequeñas acciones en materia de prevensión de delitos hasta llegar a montar una secretaría con toda la infraestructura, con todos los móviles, con cámaras y nodos 360°. Me nutrí de un tema tan importante”, sostuvo.

En rigor es la tercera vez que Hissa y Valenzuela tienen una charla ya que anteriormente llevaron adelante otros contactos durante el proceso de la campaña electoral. En esta oportunidad fue por más de una hora.

“Desde el punto de vista poblacional, Tres de Febrero es más grande, pero tiene algunas particularidades que lo hacen compatible a políticas públicas que se pueden implementar en San Luis. Es un intendente con mucha experiencia que aporta mucho a la comunidad”, agregó.

Sobre la transición acá, dijo que, más allá de un mensaje por WhasApp por parte de Sergio Tamayo, nunca tuvo contacto para iniciar el proceso.

“Apelo a que se pueda llevar adelante una transición ordenada con el actual intendente. Ya se lo solicité, intercambiamos un mensaje, pero después quedó truncada la reunión. El objetivo es no llegar el 9 de diciembre a la noche y entregar todo, sino que los equipos técnicos trabajen en la elaboración de una herramienta institucional como es el presupuesto”, aseveró.

De esta manera, resaltó la importancia de contar con una radiografía del estado del municipio: “Queremos saber cómo están las finanzas, cómo se encuentra la deuda flotante, el panorama completo y no esperar a unos días antes de terminar el mandato”.

Así, puso como ejemplo la transición a la que se enfrentó Valenzuela que recibió la intendencia de mando de Curto. “No les facilitó las cosas”, dijo.

Los más de 150 días que faltan hasta el traspaso de mando lejos de relajarlo, lo mantienen muy activo. Reparte el tiempo en el diseño de las medidas iniciales y visitas a vecinos de distintos barrios, mientras se dispone a apurar la transición.

“Esperamos un gesto (de Tamayo) y que podamos empezar a trabajar en una transición ordenada. No significa co-gobernar, no significa tomar decisiones adelantadamente sino más bien empezar a fijar los temas comunes que interesan a partir del 10 de diciembre”, sostuvo.