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Historias de San Luis: recordando al padre Stagnitta

Nombrar al padre José Stagnitta es asociarlo inmediatamente al Instituto "Santo Tomás de Aquino" como fundador.

Padre José Stagnitta.

por Nino Romero

elchorrillero.com

Actualizada: 29/07/2023 23:06

También al templo que llamamos Iglesia Santo Domingo, aunque su correcta denominación es Santuario Mariano Diocesano Nuestra Señora del Rosario del Trono.

Y este sacerdote también tiene que ver con lo que conocimos como la fábrica de alfombras de la calle 25 de Mayo, luego Centro Artesanal San Martín de Porres.

Una de las fábricas de alfombras más prestigiosas del mundo.

Educación, familia, espiritualidad y trabajo. Ejes en la vida del padre Stagnitta.

Si bien ya he abordado parte de su historia, han llegado mensajes y mails recordando los almuerzos comunitarios organizados por el sacerdote para reunir fondos y avanzar con el sueño del ISTA, o sea Instituto Santo Tomás de Aquino.

Casi mensualmente, la comunidad de la Iglesia y de los primeros grados que funcionaban en la institución, se reunían en multitudinarios almuerzos los domingos al mediodía.

Eran almuerzos para la familia. Bendición de la mesa, empanadas, carne o pollo con variadas ensaladas y frutas de postre.

Todo servido en largos tablones cubiertos con papel blanco pegado con chinches y los asistentes sentados en interminables banquetas.

Cada uno llevaba, por supuesto, sus utensilios para almorzar.

Y los beneficios económicos eran importantes, porque casi todo se conseguía por donaciones.

Las ganancias iban derechito al colegio. A seguir construyendo.

Mi padre, que era gasista, plomero y hojalatero, pagaba con su trabajo mi educación en el Instituto, además de cumplir con su palabra de ayudar todo lo que pudiera a su amigo,el Padre Stagnitta.

Fui desde primero a tercer grado al ISTA, en su etapa fundacional, y luego mi padre pudo cumplir su sueño que ingresara a la Escuela Normal. "Juan Pascual Pringles".

Él quería verme terminar los estudios secundarios con el título de Maestro Normal, Superior y Bachiller, lo que felizmente ocurrió.

Cuando estudiaba en el ISTA lo veía todos los días al padre Stagnitta con su sotana blanca, cinturón negro, zapatos negros. También los sábados, domingos y fiestas religiosas. porque era monaguillo en las misas de la iglesia Santo Domingo.

Y allí aprendí a leer frente al público las lecturas bíblicas de cada domingo.

Lo acompañé en varias misiones, ya de adolescente,en su Renault 6 blanco, viajando por caminos de tierra bastante complicados a Varela y a Cerro Varela, entre otros lugares.

Además se preocupaba por llevarles alimentos, calzado, ropa, o tomaba nota de las necesidades materiales, conseguía las cosas, y después las enviaba o las llevaba.

En la década del 60, el colegio tenía un gran patio embaldosado, que era el lugar para la actividad física y los partidos.

Y en el primer piso, frente a la sacristía del convento, cruzando ese patio, funcionaba un club de radioaficionados. Todo un mundo de aparatos y de voces.

Reitero. Estoy refiriéndome a los comienzos. Ahora todo cambió y creció. Hace mucho tiempo que no visito el establecimiento.

El padre José Stagnitta estaba en todos los detalles del colegio, pero nunca descuidó su actividad como sacerdote.

Ambas cosas iban de la mano.

Siempre habló esa mezcla de español e italiano. Nunca perdió su acento del lugar donde había nacido un 17 de agosto de 1922 en una provincia de Catania, Italia.

Tiene una biografía extensa y muy destacada en su formación como sacerdote y como educador.

En 1952 llegó a la Argentina y fue enviado por sus superiores al Convento de Santo Domingo, que en ese entonces estaba a cargo de los padres dominicos españoles de la orden de Aragón, quienes custodiaban al Santuario Mariano Diocesano Nuestra Señora del Rosario del Trono.

En el edificio del Instituto funcionó la Universidad Popular “Fray Justo Fernández Álvarez”, donde tuve oportunidad de estudiar con Mister Jordan y culminar la carrera de “Perito en Inglés”.

El nacimiento del Santo Tomás data de 1960. Y el inquieto padre Stagnitta logra que el gobierno le done a la orden unos terrenos en Cruz de Piedra para prácticas deportivas y retiros espirituales.

La voy a seguir en la próxima con la fábrica de alfombras. Estas son personas que hicieron mucho por San Luis. Y que vale la pena recordar.

Una persona con luz propia.Como escribió Eduardo Galeano en Fuegos: "Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales.Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento. Y hay gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende".

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