El drama del Hospital “Juan Domingo Perón”: no hicieron la refacción y las cirugías tienen que suspenderse

Casi 7 meses después de la tormenta de piedras que deterioró en gran parte el Hospital “Juan Domingo Perón”, las obras para repararlo no avanzaron y los pacientes vienen pagando las consecuencias.

Desde que se decidió trasladar gran parte del servicio hacia el Hospital Verónica Bailone, los problemas para acceder a la salud se agudizaron, empeoraron. No solo es grave que los vecinos de la ciudad tengan que hacer filas de 4 o 5 horas para conseguir un turno, sino que las cirugías se van realizando en la medida “que haya lugar disponible” y que son de urgencia.

Este martes dos operaciones tuvieron que suspenderse porque no hay lugar disponible para internación.  

Si bien la obra de reparación de los techos ya se terminó, la parte más importante está frenada porque el Gobierno no llama a licitación. Por este motivo todo el primer piso del edificio sigue inutilizado: las salas de internación, quirófanos y terapia intensiva. La obra tiene prevista la ampliación de 14 camas más. Pero hasta acá nadie sabe nada. 

Mientras esto pasa en la segunda ciudad más importante de la provincia, en el Hospital “Ramón Carrillo”, cuya administración está a cargo de María José Zanglá, se realizó una licitación escandalosa a cuatro meses de terminar el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá.

En esta ciudad los vecinos muestran su descontento cuando se dan cuenta lo difícil que es atenderse en el sector público. Se han tenido que acostumbrar al hecho de esperar madrugadas enteras para conseguir un lugar con algún especialista.

El director del Hospital, Darío Maurer reconoció esta mañana que la demanda “es muchísima” y que están “sobrepasados”, lo cual en gran parte lo atribuyó a la falta de especialistas: “Es imposible darle contención a tanta gente con tan pocos profesionales”.

Ejemplificó que solo hay una endocrinóloga para cubrir a toda la ciudad y zonas de influencia. Dijo que entre el 80% y el 85% de la población se atienden en el Policlínico. “Inclusive afiliados de Pami que en la parte privada no están teniendo prácticamente contención”, señaló.