Confirmaron la condena contra el hombre que asesinó a un joven por gritar un gol de Boca
Eduardo Cicchino murió en 2016 tras ser apuñalado en el corazón por Gustavo Aníbal Olivera en un bar de San Telmo.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la condena a 16 años de prisión para el hombre que asesinó de una puñalada en el corazón a Eduardo Cicchino, el joven que gritó un gol de Boca Juniors en un bar de San Telmo en 2016.
En 2017 el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 28, conformado por los jueces Javier Anzoátegui, Luis María Rizzi y Carlos Rengel Mirat, condenaron a Gustavo Aníbal Olivera de 59 años al encontrarlo culpable de "homicidio simple" en perjuicio del joven de 26 años.
A pesar de que los familiares de la víctima apelaron la decisión de la Justicia al solicitar que el hombre sea condenado a prisión perpetua, la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional lo rechazó.
La defensa de Olivera también presentó un recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia pero fue considerada "inadmisible" de forma unánime.
Crimen de Eduardo Cicchino
La secuencia sucedió el 19 de mayo de 2016 en el bar Seddon, San Telmo, cuando se disputaba el partido de cuartos de final entre Boca Junios y Nacional de Uruguay por la Copa Libertadores.
El ‘Xeneize’ perdía pero a los 90 minutos empató por lo que se jugó tiempo suplementario. Allí ninguno de los equipos se sacó diferencia y terminó en penales.
Todo comenzó a tornarse violento cuando los Cicchirino y sus amigos gritaban desaforados los goles desde el punto penal. Esto generó que Olivera, cliente ajeno al partido, empiece a enojarse: “¡Bosteros de mierda, los voy a matar a todos!”, les gritaba.
Cuando el encuentro terminó los jóvenes pagaron la cuenta y se fueron. Detrás de ellos el hombre de 59 años los persiguió a gritos.
Olivera los empujó, ellos trataron de escapar, pero cuando el joven de 26 años volvió para pedirle que se calme ocurrió el ataque. Allí el agresor sacó una daga y lo apuñaló en el pecho perforándole el ventrículo izquierdo.
“Mirá lo que me hiciste”, fue lo último que llegó a decirle el joven. De forma inmediata fue trasladado al Hospital Argerich donde estuvo dos semanas internado en terapia intensiva en grave estado hasta que murió. (NA)