Profundo dolor en el último adiós al ingeniero asesinado en Palermo

Familiares y amigos despidieron durante toda la noche los restos de Mariano Barbieri, el ingeniero de 42 años que fue asesinado por un delincuente que le robó el celular en el barrio porteño de Palermo.

Los restos de Barbieri fueron velados en una casa de servicios funerarios ubicada en 3 de Febrero al 700, en San Fernando, y ya descansan en el cementerio de esa zona del norte del Gran Buenos Aires. Luego, familiares y allegados del ingeniero se sumaron a una marcha por las calles de esa localidad para pedir justicia, que había sido convocada por los vecinos del lugar.

Maricel, la mujer de Mariano Barbieri, habló con los medios de comunicación en medio de la despedida de su esposo y agradeció a cada una de las personas que lo socorrieron cuando fue a pedir ayuda y también, a aquellos que se solidarizaron con ellos mediante las redes sociales.

“Mariano era un loco lindo que le encantaba la vida y la libertad”, destacó totalmente devastada. “Había ido a hacer la meditación de la luna y terminó apuñalado”, se lamentó la mujer.

Tanto el hermano de Mariano como Maricel le indicaron que “no quieren que el caso quede en la nada”. “Hoy nos tocó a nosotros. Tenemos un bebito de dos meses y mi bebito se quedó sin papá”, agregó la mujer.

También pidieron a los medios que “no apaguen las cámaras” para que el crimen se solucione y Mariano tenga justicia. Y aseguraron que nadie el Gobierno se comunicó con la familia: “Desde la Libertad Avanza nos hicieron llegar sus condolencias e hicieron una colecta”, indicó Maricel.

Los resultados de la autopsia del ingeniero asesinado en Palermo

El informe forense determinó que la causa de la muerte de Mariano Barbieri “fue una estocada en el corazón” y que, tras el ingreso del arma blanca en su cuerpo, “se afectó la pleura, el pericardio y la aurícula derecha”.

A su vez, los investigadores aseguraron que ya cuentan con una imagen del agresor, detectada mediante una cámara de seguridad que lo toma minutos después del hecho. Si bien se lo distingue, la foto no es tan nítida como para conocer su identidad.